Demasiado dolor en el posoperatorio
Un estudio realizado en Sevilla indica que los pacientes sufren m¨¢s de lo necesario
?Cu¨¢nto dolor siente un enfermo reci¨¦n operado? No es f¨¢cil medirlo, porque el dolor siempre es subjetivo; pero, con la gran bater¨ªa de f¨¢rmacos de que se dispone actualmente, podr¨ªa pensarse que, abord¨¢ndolo de forma adecuada, la mayor¨ªa de los pacientes har¨ªan su traves¨ªa posquir¨²rgica con nulo o escaso dolor. Un posoperatorio con dolor predispone a la infecci¨®n; provoca estr¨¦s en el paciente y disminuye sus defensas.La realidad es, sin embargo, que los pacientes siguen sufriendo dolor, mucho m¨¢s del que estar¨ªa justificado. Esta convicci¨®n llev¨® a Mar¨ªa del Prado G¨®mez Mart¨ªn, supervisora de enfermer¨ªa de la unidad de reanimaci¨®n posquir¨²rgica del hospital Virgen Macarena, de Sevilla, a iniciar un estudio que ha durado dos a?os. Ella y su equipo quer¨ªan averiguar "cu¨¢nto dolor" padecen los enfermos reci¨¦n operados y cu¨¢l es la causa. El resultado ha sido espectacular: hay mucho m¨¢s dolor en un hospital del que los profesionales sanitarios creen, su abordaje no suele hacerse de la forma m¨¢s adecuada, y los f¨¢rmacos que se emplean no son muchas veces los m¨¢s id¨®neos; aqu¨¦llos que se usan m¨¢s com¨²nmente, los AINES (analg¨¦sicos anti inflamatorios no esteroideos), son los que menos calman el dolor.
Encuesta a los pacientes
?Lo positivo del estudio? El alto grado de satisfacci¨®n de los enfermos con la atenci¨®n prestada por los sanitarios (s¨®lo un 11% achac¨® sus problemas de dolor a una deficiente atenci¨®n m¨¦dica). Y una sorpresa: los pacientes ignoran que con el actual arsenal terap¨¦utico, el dolor postoperatorio puede evitarse; y no se quejan. Lo asumen como algo normal, con resignaci¨®n. "Esto ocurre porque en Espa?a todav¨ªa no existe una cultura sanitaria", concluye G¨®mez Mart¨ªn.El equipo de G¨®mez Mart¨ªn ha preguntado sobre el dolor posquir¨²rgico a m¨¢s de 400 pacientes reci¨¦n operados. La encuesta se realiz¨® dentro de las 48 horas posteriores a la intervenci¨®n quir¨²rgica. El 86,25% de los enfermos menifest¨® sentir dolor y m¨¢s del 70% calific¨® ese dolor de "intenso" o "insoportable". Pero no se quejaban; y adem¨¢s, estaban muy satisfechos con el trato recibido de m¨¦dicos y enfermeras. "Lo frecuente", explica G¨®mez, "es que, si les preguntas si les duele algo, te digan: "?Claro!, acabo de operarme. Es normal tener dolor, ?no?". Cuando no deber¨ªa ser as¨ª, porque poseemos f¨¢rmacos y t¨¦cnicas suficientes para evit¨¢rselo". Del estudio se desprende tambi¨¦n que los medicamentos m¨¢s eficaces contra el dolor en el posoperatorio son los opi¨¢ceos; aunque los m¨¦dicos suelen ser reacios a prescribirlos. S¨®lo un 2,5% los recet¨® como ¨²nico f¨¢rmaco y otro 17,8% los combin¨® con AINES. Los AINES, en cambio, se prescriben sin ninguna restricci¨®n; un 77,5% de los casos fueron tratados con ellos. En la encuesta, sin embargo, se han mostrado "muy ineficaces", resalta G¨®mez. Tanto, que el 88,38% de los pacientes tratados siguieron sufriendo el mismo dolor.
A los enfermos reci¨¦n operados se les administraron distintas dosis de analg¨¦sicos y, s¨®lo cuando su prescripci¨®n fue pautada se obtuvo el m¨¢s alto nivel de rendimiento en la remisi¨®n del dolor. En cambio, la administraci¨®n de analg¨¦sicos a solicitud del enfermo, o cuando no existi¨® una pauta previa, supuso un m¨ªnimo grado de eficacia; apenas un 13%. No hay diferencias notables entre hombres y mujeres a la hora de explicitar el dolor.
G¨®mez habla de "errores conceptuales", adquiridos ya, desde su formaci¨®n, por los profesinales de enfermer¨ªa. "Admitimos como normal cierto grado de dolor posoperatorio". Luego se pregunta si el paciente ser¨¢ capaz alg¨²n d¨ªa de exigir, como un derecho, que le eviten el dolor.
Una nueva variable
Desde finales de febrero, en la unidad de reanimaci¨®n posquir¨²rgica del hospital Macarena, de Sevilla, la gr¨¢fica de 24 horas que recoge las distintas variables del reci¨¦n operado, entre ellas la de frecuencia cardiaca y la de temperatura, ha incorporado una variable m¨¢s, que mide el dolor. Para ello se ha dibujado una tabla, con escala de 1 a 10, a partir de la cual se va pintando la intensidad del dolor que sufre el paciente.El servicio de enfermer¨ªa ha establecido un protocolo en el que se espedifican los objetivos, el modo de registrar el dolor y las precauciones que deben tomarse. Se mide el dolor de cada pacientes seis veces al d¨ªa. "La gr¨¢fica resultante nos dar¨¢, a simple vista, una idea muy clara de la evoluci¨®n del dolor posoperatorio de cada paciente, permiti¨¦ndonos relacionarlo, adem¨¢s, con los llamados signos objetivos del dolor: aumento de la frecuencia cardiaca y de la presi¨®n arterial, estados psicol¨®gicos anormales, y adem¨¢s, con el tipo de analg¨¦sico empleado y su frecuencia de administraci¨®n", explica Mar¨ªa del Prado G¨®mez Mart¨ªn. Hasta ahora s¨®lo se conoc¨ªan los datos de los enfermos que se quejaban. Con este m¨¦todo, la valoraci¨®n del dolor se realiza de forma cualitativa y cuantitativa a todos los pacientes, se quejen o no.
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