Algunos antibi¨®ticos reducen el riesgo de infarto

El tratamiento con determinados antibi¨®ticos puede reducir el riesgo de ataque cardiaco, seg¨²n un estudio publicado en la edici¨®n del 3 de febrero en The Journal of the American Medical Association (JAMA). Un equipo dirigido por Christoph R. Meier, del Centro M¨¦dico de la Universidad de Boston, estudi¨® las historias cl¨ªnicas de 3.315 pacientes que hab¨ªan sufrido un infarto, y las compar¨® con las de otras 13.139 personas de la misma edad y sexo, pero sin afecciones cardiacas. Descubrieron que los que hab¨ªan sido tratados con antibi¨®ticos como tetraciclinas o quinolonas ten¨ªan menos riesgo de un ataque al coraz¨®n. Entre los que hab¨ªan tomado tetraciclina, el riesgo se reduc¨ªa en un 30% y en los que hab¨ªan tomado quinolonas la disminuci¨®n era del 55%. "Los resultados apoyan indirectamente la hip¨®tesis de que determinadas infecciones cr¨®nicas por bacterias pueden jugar un papel en la etiolog¨ªa del ataque cardiaco isqu¨¦mico, y de que el uso de tetraciclinas o quinolonas, indicados por el motivo que fuere, puede alterar el curso de dicha infecci¨®n cr¨®nica y reducir de ese modo el riesgo del primer infarto agudo de miocardio", escriben los autores. Advierten, sin embargo, que la asociaci¨®n no puede considerarse a¨²n una demostraci¨®n y, por tanto, el hallazgo no debe ser interpretados como una indicaci¨®n de que se deber¨ªa administrar antibi¨®ticos para prevenir el infarto."Cada vez hay m¨¢s pruebas de que determinadas infecciones bacterianas pueden desempe?ar un papel en la etiolog¨ªa de la enfermedad coronaria y el posterior infarto agudo de miocardio", indican los autores. "Especialmente se han relacionado la neumon¨ªa Clamidia, los Helicobacter pilori y las infecciones bacterianas asociadas con la enfermedad periodontal con un riesgo incrementado de desarrollar infarto agudo y trombosis". "Este tipo de infecciones, especialmente las neumon¨ªas C, se dan con mucha frecuencia, y dado que tienen un desarrollo cl¨ªnico leve o incluso asintom¨¢tico, muchas veces no se diagnostican ni se llegan a tratar", a?aden los autores.

La hipotesis es que algunas de estas infecciones, si no son adecuadamente tratadas y se cronifican, juegan un papel determinante en la aparici¨®n de la enfermedad coronaria isqu¨¦mica.