Empieza la cuenta atr¨¢s en Los Yelmos
El Ayuntamiento de Boadilla notifica a unos chabolistas que deben abandonar el poblado antes del 30 de abril
El que fuera el mayor poblado chabolista de toda la regi¨®n desaparecer¨¢ antes de dos meses. El asentamiento de Los Yelmos, en el t¨¦rmino municipal de Boadilla del Monte, lleg¨® a tener cerca de 400 chabolas y alrededor de un millar de habitantes en 1996, seg¨²n un informe de la Consejer¨ªa de Sanidad y Servicios Sociales. Ahora s¨®lo quedan en pie una treintena de infraviviendas ocupadas por 62 inmigrantes. A cada uno de ellos les ha llegado en los ¨²ltimos d¨ªas una notificaci¨®n en la que el Ayuntamiento les insta a desalojar de forma voluntaria sus chabolas y apuntarse en una lista de acceso a pisos de realojo tutelado. El Gobierno municipal, del PP, ha marcado como fecha tope el 30 de abril pr¨®ximo para que los chabolistas hagan el atillo y dejen sus chamizos. Las m¨¢quinas borrar¨¢n despu¨¦s del mapa los ¨²ltimos restos del poblado.Los Yelmos surgi¨® hace una treintena de a?os como un peque?o n¨²cleo chabolista creado por una veintena de inmigrantes, todos magreb¨ªes. En 1996 alcanz¨® su techo poblacional, y desde entonces, la cifra ha ido en descenso. En los ¨²ltimos tres a?os, el Consistorio ha realojado en unos 30 pisos de la zona sur y suroeste de Madrid a m¨¢s de un centenar de chabolistas. Otros han preferido emigrar en busca de una nueva vida en otros destinos.
"A los que a¨²n no han abandonado el poblado les invitamos a formar parte del programa de realojo por el que la mayor¨ªa de sus compatriotas ha cambiado la chabola por una vivienda digna, en r¨¦gimen de alquiler tutelado por el Consistorio [el Ayuntamiento les paga 30.000 pesetas de las 60.000 que cuesta la renta mensual durante seis meses]", explica la alcaldesa de Boadilla, Nieves Fern¨¢ndez.
Pero el tutelaje de las viviendas es pasajero. "Cuando pasan los seis meses te encuentras que, con el poco dinero que cobras, no puedes pagar la renta", lamenta Mohamed Aallouch, de 24 a?os, alba?il, que trabaja de forma espor¨¢dica de nueve de la ma?ana a seis de la tarde, cinco d¨ªas a la semana. "Suelo sacar unas 100.000 pesetas al mes", dice.
De los 62 marroqu¨ªes que ahora quedan en Los Yelmos, 21 son ancianos que padecen una situaci¨®n de vida "precaria", seg¨²n el servicio municipal de Asuntos Sociales. En la reuni¨®n de ayer de la comisi¨®n informativa de Asuntos Sociales se aprob¨® la cesi¨®n de terrenos al Consorcio de Realojo -que pertenece a la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas y Urbanismo de la Comunidad- para la construcci¨®n de un edificio dedicado a la acogida de los chabolistas que no se puedan pagar ni el alquiler de un piso tutelado.
Ancianos
Y es que los ancianos de Los Yelmos no encuentran trabajo y sobreviven de las ayudas que les brindan sus compa?eros. "?D¨®nde voy a preguntar por un trabajo si cuando me ven me dicen que no hay trabajo para un viejo?", se preguntaba ayer Hassan Baach, de 64 a?os, uno de los fundadores del poblado. "Llegu¨¦ a Boadilla hace 30 a?os, cuando esto estaba rodeado de bosque, era un lugar salvaje. Madrug¨¢bamos mucho y and¨¢bamos kil¨®metros hasta la obra. Aqu¨ª hemos pasado mucho fr¨ªo y la vida ha sido muy dura. Todo para nada, porque ahora nos echan y no tenemos donde ir", se lamenta.El futuro de Houssain Belhaj, de 72 a?os, es tan inquietante como el de Baach. Con el ce?o fruncido y el rostro surcado por unas arrugas que le hacen parecer mucho mayor, explica: "Tengo problemas respiratorios y baja m¨¦dica desde hace dos a?os. No tengo dinero ni s¨¦ d¨®nde voy a ir. Mi familia est¨¢ lejos", se lamenta.
Fern¨¢ndez confirma que se est¨¢n estudiando medidas para atender a los m¨¢s necesitados dentro de los ya marginados: "Para los mayores, los que llevan en Boadilla desde que se empez¨® a crear este poblado chabolista, estamos en conversaciones con la Comunidad para solucionarles el realojo, las medidas sanitarias y las asistenciales", se?ala.
Hace tres a?os, el Ayuntamiento puso en marcha el programa de realojo en r¨¦gimen de alquiler en colaboraci¨®n con la ONG Provivienda. Lo acompa?¨® de programas de integraci¨®n social y laboral. El realojo de Boadilla es ejemplar, seg¨²n el programa europeo de integraci¨®n IGLOO.
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