Una prueba de orina o sangre podr¨¢ predecir el riesgo de muchos c¨¢nceres digestivos
El cient¨ªfico Manuel Perucho denuncia el 'robo' de sus datos por un candidato a Nobel
El c¨¢ncer suele deberse a una acumulaci¨®n de mutaciones gen¨¦ticas ocurridas durante la vida del individuo, generalmente causadas por factores externos como el humo del tabaco. Pero muchos tumores digestivos se deben a errores gen¨¦ticos de nacimiento, y en estos casos es posible predecir el riesgo a cualquier edad con una simple prueba de orina o sangre. El descubridor de estos genes del c¨¢ncer hereditario, el investigador espa?ol Manuel Perucho, present¨® ayer en Madrid las conclusiones de seis a?os de trabajo que abren una v¨ªa crucial para el diagn¨®stico precoz.
La gen¨¦tica del c¨¢ncer es uno de los terrenos m¨¢s competitivos de la ciencia de ¨¦lite, y Perucho ha encontrado bastantes dificultades para ver reconocida su prioridad en el descubrimiento. El cient¨ªfico espa?ol present¨® ayer pruebas de que su manuscrito pionero de 1993 fue retenido indebidamente por el cient¨ªfico estadounidense y candidato a premio Nobel Bert Vogelstein, a quien el texto hab¨ªa sido enviado para su revisi¨®n. Vogelstein logr¨® as¨ª publicar simult¨¢neamente unos resultados similares.Perucho y su equipo, del Instituto Burnham de La Jolla (California, EE UU), demostraron en ese trabajo la existencia de un tipo totalmente nuevo de genes de c¨¢ncer, pero han tardado seis a?os en ver reconocida la importancia de sus hallazgos. Sus colegas espa?oles Mariano Barbacid, Juan Carlos Lacal, Manuel Serrano y Miguel Fern¨¢ndez Bra?a, todos ellos cient¨ªficos de primera l¨ªnea internacional en ese campo, rindieron ayer homenaje a Perucho en la Universidad San Pablo (CEU) de Madrid, y le apoyaron en su denuncia contra Vogelstein.
Malas pr¨¢cticas aparte, la resistencia de la comunidad cient¨ªfica a aceptar la importancia de los resultados de Perucho se ha debido a su car¨¢cter radicalmente nuevo. En 1993, los investigadores cre¨ªan tener ya un cuadro bastante completo de las causas gen¨¦ticas del c¨¢ncer: las sustancias cancer¨ªgenas externas provocaban la aparici¨®n de tumores al estropear los genes que normalmente controlan la divisi¨®n celular, la comunicaci¨®n entre c¨¦lulas y ciertos sistemas de seguridad que eliminan a las c¨¦lulas defectuosas.
Los genes descubiertos por Perucho provocan el c¨¢ncer de un modo distinto. Estos genes, en su estado normal, se ocupan de corregir los inevitables errores que ocurren durante la replicaci¨®n del ADN, la enorme mol¨¦cula que contiene la informaci¨®n gen¨¦tica y que saca copias de s¨ª misma cada vez que una c¨¦lula se va a dividir en dos.
Las mutaciones que inactivan estos genes correctores tienen un efecto multiplicador de proporciones desastrosas: las c¨¦lulas no pueden corregir los errores en el ADN, y por tanto se cargan de miles de mutaciones, algunas de las cuales acaban afectando al control de la divisi¨®n celular y provocando as¨ª la aparici¨®n de tumores. En el modelo cl¨¢sico, las mutaciones suelen producirse durante la vida del individuo. En la ruta descubierta por Perucho, lo m¨¢s com¨²n es que la mutaci¨®n en un gen corrector se herede de los padres. Ello no provoca c¨¢ncer por s¨ª mismo, pero aumenta mucho el riesgo de desarrollarlo. Entre estos tumores, el mejor descrito es el llamado c¨¢ncer de colon no poliposo, que da cuenta del 15% de los tumores de colon.
A diferencia de las mutaciones cl¨¢sicas, las que inactivan los genes correctores suelen estar presentes en todas las c¨¦lulas del individuo, lo que permite detectarlas en pruebas de sangre u orina mucho antes de que los tumores se desarrollen.
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