La imagen de Aznar

En el art¨ªculo La imagen de Aznar del Economist (EL PA?S, 28 de febrero, en Revista de Prensa) se mostraba la contradicci¨®n de Aznar cuando dec¨ªa, estando en la oposici¨®n, que los espa?oles lo que necesitaban era un buen gestor m¨¢s que un hombre carism¨¢tico y dominante, como Franco o Felipe Gonz¨¢lez, y ahora, en el Gobierno, y en el ¨²ltimo congreso del Partido Popular, intente proyectar la imagen de l¨ªder carism¨¢tico, ¨¦l o sus asesores. Resulta sorprendente que todav¨ªa se puedan escribir cr¨ªticas u opiniones de ese estilo en medios tan prestigiosos. Y digo esto porque en democracia ya estamos hartos de o¨ªr decir a los pol¨ªticos cosas contrarias, seg¨²n cambia la situaci¨®n y el tiempo, ya que el fin que persiguen es llegar al Gobierno y permanecer en ¨¦l mientras puedan.?Es esto bueno o malo? Seg¨²n las reglas de juego de la democracia ser¨ªa irrelevante, porque se supone que son los electores los que, con su voto, eligen en cada momento lo m¨¢s conveniente para ellos, y l¨®gicamente ser¨ªa mediante la mayor¨ªa o el pacto, el mayor grado de bienestar general. Pero, aunque sea el mayor, no es la totalidad; y el Gobierno constituido, en un alarde de generosidad y visi¨®n de Estado, tambi¨¦n tendr¨¢ en cuenta a la minor¨ªa para que pueda vivir.-