Un acuerdo oportuno

El pasado d¨ªa 3 de marzo subscrib¨ªamos, en el marco de la comisi¨®n de seguimiento del Acuerdo Valenciano por el Empleo y la Formaci¨®n de julio de 1996, un nuevo compromiso para revitalizar ¨¦ste incorporando, en un contexto sin duda diferente al original, nuevas materias que no pueden sustraerse de un di¨¢logo cada vez m¨¢s necesario entre los agentes sociales, cuyo objetivo final sea m¨¢s y mejor empleo. La realidad del empleo en nuestra comunidad aut¨®noma muestra, junto a una leve mejor¨ªa coyuntural, la permanencia de importantes problemas de fondo que no pueden ser superados ni por cifras positivas de crecimiento, ni por la din¨¢mica natural de los mercados. Hace falta debate, consensos, compromisos, responsabilidades, especialmente porque existen colectivos que padecen end¨¦micamente un d¨¦ficit de derechos, la desesperanza sobre sus posibilidades de mejora o participaci¨®n en la distribuci¨®n social. Este acuerdo arranca de un compromiso anterior -el AVEF original- que consideramos plenamente vigente, de la frustraci¨®n por sus incumplimientos reiterados -por una lectura descomprometida e instrumental de las expresiones de di¨¢logo social- y de la voluntad positiva de ir cubriendo un espacio de negociaci¨®n necesaria para que los hechos no se nos impongan fatalmente y siguiendo din¨¢micas de las que nadie es y se sienta responsable. Ante los s¨ªntomas de un cambio de ciclo previsible en no muy largo plazo (ca¨ªda de la tasa de cobertura en la balanza comercial, el impacto de crisis monetarias que sin duda nos afectar¨¢n) o la constataci¨®n de que la apuesta por el euro no es tampoco un camino f¨¢cil, y los pa¨ªses centrales de la Uni¨®n siguen manifestando ¨®pticas egoc¨¦ntricas, gubernamentalistas y no federales), el compromiso p¨²blico y social es fundamental a todos los niveles. A nuestro juicio, si logramos estabilizar un marco de di¨¢logo comprometedor y de futuro a tres bandas, evitando instrumentalizaciones de muy cortas miras, habremos inaugurado una dimensi¨®n tan importante como inexplorada de las relaciones sociales. Di¨¢logo que reclama tambi¨¦n que en lo que afecta al Pa¨ªs Valenciano seamos capaces de desbrozar criterios de inter¨¦s com¨²n entre empresariado y sindicatos en materia social y laboral. Porque es importante que en este acuerdo se establezca una comisi¨®n a nivel confederal para que empresarios y sindicatos debatamos sobre los cambios organizativos, procesos de innovaci¨®n y condiciones laborales (notablemente la jornada) para ver c¨®mo tambi¨¦n en ello situamos el empleo como objetivo central. Acordar un modelo de instrumento p¨²blico para la gesti¨®n de las pol¨ªticas activas de empleo transferidas, comprometer un desarrollo consensuado de la convergencia de los sistemas de Formaci¨®n Profesional y un tratamiento t¨¦cnico adecuado de las cualificaciones en nuestro ¨¢mbito, o acciones a corto y medio plazo de orientaci¨®n preventiva en salud y seguridad laboral, nos parecen pasos importantes en esta l¨ªnea. Como lo es que, a la vista de los buenos resultados del Tribunal Arbitral, nos comprometamos a darle continuidad y a estudiar la posible ampliaci¨®n de sus funciones a nuevos tipos de conflictos. Hoy, que son noticia preocupante los resultados de las negociaciones de la Agenda 2000, la reordenaci¨®n de la PAC o la aplicaci¨®n de los fondos estructurales comunitarios, queremos que ¨¦sta cuente con la participaci¨®n de los sindicatos no s¨®lo en la diagnosis de los problemas (PDR Plan de Desarrollo Regional), sino y sobre todo a la hora de definir los objetivos, evaluar los proyectos y acciones a aplicar (Programa Operativo). Esto responde al esp¨ªritu y la letra de las ¨²ltimas reformas de los reglamentos de estos fondos y queda tambi¨¦n recogido, porque debe ser un inter¨¦s compartido, en el acuerdo de 3 de marzo. Las acciones directas de incentivaci¨®n del empleo para determinados colectivos y en mejores condiciones; o afrontar la problem¨¢tica de precariedad real en el sector p¨²blico, con compromisos concretos y evaluables, son igualmente medidas positivas. Este acuerdo no es un elemento aislado de otros que le son complementarios. De alcance general o derivado de compromisos anteriores a nivel auton¨®mico. Creemos que es oportuno, tiene contenido y avanza participaci¨®n de agentes sociales responsables, no de peque?as parcelas, sino de la din¨¢mica general que nos afecta a todos. Por ello tambi¨¦n hay que ser consciente de que siendo importante desde el punto de vista del empleo y del di¨¢logo social, pero teniendo una proyecci¨®n mayor, hay que cuidarlo: se puede quebrar si las diferencias que mantenemos sobre estas materias, especialmente sobre el grueso de pol¨ªticas sociales, sobre contribuci¨®n, provisi¨®n y desarrollo de unos servicios p¨²blicos de calidad se van haciendo m¨¢s y m¨¢s abismales, en las propuestas, los modelos o las actitudes que sobre ellos mantenga cada parte. Creo que todo ello corresponde decirlo despu¨¦s de haber apurado el esfuerzo de la negociaci¨®n y de haber asumido la responsabilidad del acuerdo. Desde la actitud constructiva de quien formula propuestas, las defiende y es capaz de arriesgarse a pactarlas, porque las valora positivamente. Lo contrario es el simplismo c¨®modo de quien se establece en posiciones sin matices.

Joan Sifre es secretario general de CS-CCOO del Pa¨ªs Valenciano.