Un secuestrador contrat¨® a dos magreb¨ªes para construir el 'zulo' en el que Feliu estuvo 492 d¨ªas
Meses antes del secuestro de Maria ?ngels Feliu, Ramon Ullastre, propietario de la casa de Sant Pere de Torell¨® donde estaba el zulo en el que encerraron a la farmac¨¦utica y detenido por la Guardia Civil junto con su esposa y dos personas m¨¢s, contrat¨® a dos ciudadanos marroqu¨ªes para hacer obras. Les explic¨® que quer¨ªa ampliar lo que entonces era un gran subterr¨¢neo pero no les dijo para qu¨¦. Uno de los dos obreros habl¨® ayer con EL PA?S pidiendo no hacer p¨²blico su nombre por su precaria situaci¨®n laboral y por miedo a Ullastre.
El trabajador marroqu¨ª explic¨® ayer que lo ¨²nico que les pidi¨® Ullastre fue que excavaran en la pared del fondo. "Nos dijo que excav¨¢ramos en la pared un hueco de unos cuatro metros de profundidad", explica. La obra fue muy r¨¢pida. Tres d¨ªas bastaron para excavar lo que acab¨® siendo una peque?a gruta de unos cuatro metros de profundidad por un metro y medio de ancho. Esta persona no ha podido aportar ning¨²n dato sobre la altura del hueco, pero asegura que el zulo ten¨ªa un techo m¨¢s bien bajo.Las paredes de la gruta eran muy h¨²medas, hasta el punto de que en el muro del fondo hab¨ªa peque?as filtraciones de agua. Este dato coincide con la descripci¨®n que hizo Maria ?ngels Feliu del habit¨¢culo en el que estuvo recluida: un lugar extremadamente h¨²medo que en una ocasi¨®n se inund¨®, por lo que los secuestradores debieron trasladarla unas horas a otra dependencia contigua. Los vecinos afirman que por la calle discurre un r¨ªo subterr¨¢neo que les da problemas de humedades. Todas las paredes de la gruta eran de tierra y casi no ten¨ªan rocas.
Con pico y pala
Los dos ciudadanos marroqu¨ªes que trabajaron en casa de Ramon Ullastre excavaron sin demasiados medios, con pico y pala, lo que a ratos dificult¨® su trabajo. Aun as¨ª, la blandura de la tierra que escarbaban facilit¨® que en pocas horas pudieran hacer un hueco m¨¢s que considerable.En el Ayuntamiento de Sant Pere de Torell¨® nadie quiso responder ayer si Ramon Ullastre pidi¨® permiso de obras para hacer este movimiento de tierras en su subterr¨¢neo. "El arquitecto municipal no vendr¨¢ hasta la semana que viene y yo no puedo responder ninguna pregunta sobre ese punto", respondi¨® ayer por la tarde el alcalde de Sant Pere de Torell¨®, Ramon Vaqu¨¦.
La arena y las piedras que los dos trabajadores sacaron del agujero fueron depositadas en el subterr¨¢neo de la casa de Ullastre. Ellos no se encargaron de sacarlas y no saben qui¨¦n lo hizo. "Al tercer d¨ªa nos dijo [Ullastre] que ya pod¨ªamos parar de excavar y nos fuimos", asegura el trabajador. Al acabar la obra, Ramon Ullastre les pag¨® lo que hab¨ªan acordado y en ning¨²n momento les explic¨® m¨¢s. Los dos obreros tampoco preguntaron, pero s¨ª notaron algo raro al otro lado del subterr¨¢neo: "Vimos que en la pared contigua a la que est¨¢bamos excavando hab¨ªa marcas de bala y ya no nos extra?¨® nada", explica unos de ellos.
Ayer a mediod¨ªa, el trabajador entrevistado por este diario a¨²n no hab¨ªa hablado con ning¨²n polic¨ªa. "No tengo por qu¨¦ hacerlo, yo no he hecho nada malo", explicaba. Aun as¨ª, se mostr¨® muy cauteloso durante la entrevista y no dud¨® en contestar con un "no s¨¦" cuando se le pregunt¨® por los detalles m¨¢s t¨¦cnicos de la obra: "Ha pasado mucho tiempo y cuando eso ocurri¨® hac¨ªa poco que yo hab¨ªa llegado de mi pa¨ªs".
Este ciudadano marroqu¨ª no recuerda cu¨¢nto le pag¨® Ullastre, aunque fuentes pr¨®ximas a ¨¦l dicen que no cobr¨® m¨¢s de 6.000 pesetas por d¨ªa trabajado. El hombre tampoco sabe d¨®nde est¨¢ actualmente el otro trabajador que particip¨® en la excavaci¨®n.
El magreb¨ª ha hablado del car¨¢cter de Ramon Ullastre, a quien conoci¨® poco antes de realizar la obra. "Es un racista y la ten¨ªa tomada con nosotros", asegura en referencia a la comunidad magreb¨ª. Ullastre fue durante un tiempo vigilante nocturno de Sant Pere de Torell¨® por deseo expreso del alcalde, Ramon Vaqu¨¦. Durante su ruta nocturna era habitual que se enfrentara verbalmente con miembros de la comunidad magreb¨ª de Sant Pere de Torell¨®, bastante numerosa. "Siempre nos ped¨ªa la documentaci¨®n y nos insultaba", explica el marroqu¨ª. "Estoy contento de que lo hayan detenido", afirma.
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