Un cirujano, condenado por las secuelas y el da?o moral provocados a una mujer que se oper¨® para perder peso

La Audiencia de Madrid ha condenado al catedr¨¢tico de Medicina Jos¨¦ Mar¨ªa Aceb¨¢n de Utrilla a pagar 4,2 millones de indemnizaci¨®n por los da?os y las secuelas provocados a una mujer de 42 a?os a la que Aceb¨¢n practic¨® una lipoescultura para reducir sus 100 kilos de peso. Tras una tortuosa intervenci¨®n quir¨²rgica, por la que pag¨® 1,6 millones de pesetas (tuvo que pedir un pr¨¦stamo), la v¨ªctima no ha reducido su peso y, adem¨¢s, presenta cicatrices de la operaci¨®n en su cuerpo, lo que ha afectado su intimidad y entorno familiar.La mujer acudi¨® en julio de 1994 a la cl¨ªnica de la Sociedad Espa?ola de Nutrici¨®n y Est¨¦tica,SA, entonces situada en el n¨²mero 60 de la Gran V¨ªa, para ver la forma de reducir su obesidad. Aceb¨¢n -quien en la actualidad se halla en paradero desconocido, seg¨²n Bego?a Gonz¨¢lez, abogada de la v¨ªctima- le recomend¨® una intervenci¨®n de lipoescultura y le garantiz¨® que su figura quedar¨ªa "esbelta".

La operaci¨®n se desarroll¨® el 24 de agosto y dur¨® ocho horas, y no se hizo en un quir¨®fano, sino en una especie de "cabina de belleza" y sin los medios sanitarios adecuados, seg¨²n la sentencia. Terminada la intervenci¨®n, los m¨¦dicos pusieron en pie a la paciente y la enfundaron en una especie de cors¨¦ que le cubr¨ªa desde el plexo solar hasta las rodillas. Tambi¨¦n le vendaron los brazos. En ese momento, la mujer cay¨® al suelo mareada y comenz¨® a vomitar. No obstante, el cirujano le dio el alta y le facilit¨® un tel¨¦fono por si ocurr¨ªa algo. Estuvo vomitando toda la noche.

Al quitarle el vendaje dos d¨ªas despu¨¦s aparecieron tres heridas profundas y sangrantes en el abdomen. El catedr¨¢tico lo atribuy¨® "a quemaduras sin importancia" producidas por el cors¨¦. Pasaron tres semanas y las heridas no cicatrizaron. Cuando la v¨ªctima se quejaba, el cirujano la llamaba "quejica". Estuvo 10 d¨ªas de baja y con problemas de movilidad que le impidieron conducir e incluso acostarse en una cama. Tras dos meses de dolor y penalidades, la mujer observ¨® que empezaron a aparecerle flaccideces en las nalgas y brazos, entre otras secuelas.

La sentencia reprocha al cirujano que extrajese 25 litros de grasa a la mujer en una sola sesi¨®n ("el m¨¢ximo recomendado no debe exceder de tres litros", seg¨²n los peritos) y que efectuara la intervenci¨®n, sin apenas controles, en una cl¨ªnica que "incumpl¨ªa los requisitos necesarios" para operaciones de este tipo. Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, no es ¨¦sta la ¨²nica v¨ªctima de la "impericia del doctor Aceb¨¢n: hay otras muchas denuncias contra ¨¦l a¨²n sin sentencia", a?aden.