El Gobierno alem¨¢n aprueba una nueva ley de nacionalidad m¨¢s modesta y de compromiso
El Gobierno federal alem¨¢n, presidido de forma interina por el vicecanciller y ministro de Exteriores, el verde Joschka Fischer, aprob¨® ayer un proyecto de ley de ciudadan¨ªa descafeinado, que constituye el resultado de un compromiso con los liberales (FDP) y que rebaja sustancialmente las ambiciones iniciales de integrar a varios millones de extranjeros en Alemania durante esta legislatura. El proyecto inicia la modernizaci¨®n del marco legal de ciudadan¨ªa en Alemania, que se remonta a 1913 y que est¨¢ basado en el derecho de sangre (ius sanguinis).
La ley presentada por el Gobierno "complementa" el derecho vigente con el ius soli (derecho basado en el principio territorial), en el que podr¨¢n basarse los emigrantes residentes en Alemania para solicitar la nacionalidad. El borrador restringe la doble nacionalidad, que el primer proyecto permit¨ªa de forma generalizada.De acuerdo con el nuevo texto, los ni?os nacidos en Alemania de padres extranjeros recibir¨¢n autom¨¢ticamente la ciudadan¨ªa alemana a su nacimiento. Sin embargo, si adem¨¢s son ciudadanos de otro pa¨ªs, antes de cumplir los 23 a?os deber¨¢n elegir entre una ciudadan¨ªa u otra. No existir¨¢, pues, una doble ciudadan¨ªa generalizada, aunque s¨ª algunas excepciones cortadas a medida para ciertos casos. Estas podr¨¢n aplicarse a personas ancianas con dificultades extraordinarias para renunciar a su nacionalidad de origen, tambi¨¦n a refugiados y perseguidos pol¨ªticos reconocidos, a personas que han perdido su anterior nacionalidad de forma inaceptable o en caso de p¨¦rdida de ventajas hereditarias de tipo econ¨®mico o de propiedad. En Alemania viven m¨¢s de siete millones de extranjeros, m¨¢s de dos millones de los cuales son de origen turco.
Como en el anterior proyecto, los adultos residentes en Alemania podr¨¢n adquirir la nacionalidad tras 8 a?os de residencia, y no 15 como es el caso actualmente. Los solicitantes deber¨¢n hablar el idioma alem¨¢n y conocer la Constituci¨®n.
"Con esta ley damos una clara se?al de que Alemania es un pa¨ªs moderno y abierto al mundo", dijo el ministro Schily. El proyecto es una oferta a todos los extranjeros que residen en Alemania para que se integren en la sociedad, se?al¨® el ministro, seg¨²n el cual el Ejecutivo no planea m¨¢s reformas de la ley de ciudadan¨ªa en esta legislatura, aunque considera que se debe seguir trabajando para modificar la legislaci¨®n. A diferencia del SPD, para los verdes, la campa?a a favor de la doble nacionalidad sigue siendo un tema en cartera. La oposici¨®n dem¨®crata-cristiana quiere presentar su propio proyecto de ley de ciudadan¨ªa y no apoyar¨¢ el del Gobierno. Representantes de esta oposici¨®n criticaron el proyecto gubernamental, porque, seg¨²n ellos, permite "introducir la doble nacionalidad por la puerta trasera".
Poco m¨¢s de dos meses median desde que el ministro del Interior, el socialdem¨®crata Otto Schily, present¨® el primer borrador el pasado 13 de enero Bonn. Ayer, el ministro, un abogado que procede de las filas de los verdes, volv¨ªa a sentarse en la misma sala de conferencias para presentar el segundo borrador. Entre el texto original, que fue facilitado a la prensa en su integridad, y el resumen de los puntos principales del nuevo texto, que le fuera facilitado ayer, la realidad se hab¨ªa encargado de rebajar las expectativas de la coalici¨®n gubernamental y los l¨ªmites de lo posible se hab¨ªan estrechado.
Entre un texto y otro media, sobre todo, la campa?a de firmas en contra de la doble nacionalidad, que fue organizada por la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU) y la Uni¨®n Social-Cristiana de Baviera. La iniciativa, que excit¨® los temores de la poblaci¨®n al paro y los extranjeros, fue un triunfo de la nueva oposici¨®n (los socios del viejo gobierno de Helmut Kohl con excepci¨®n de los liberales), que se impuso en las elecciones en el land (Estado Federado) de Hesse el pasado 7 de febrero.
Marcha atr¨¢s
La coalici¨®n gubernamental se vio obligada as¨ª inesperadamente a dar marcha atr¨¢s y a rectificar el borrador inicial, porque, a ra¨ªz de las elecciones de Hesse, el SPD perdi¨® la mayor¨ªa que ten¨ªa en el Bundesrat (la C¨¢mara regional del Parlamento). Los partidos del Gobierno, divididos entre s¨ª sobre los recortes a aceptar en uno de los proyectos bandera del Gobierno, han tenido que concertar el nuevo borrador con los liberales, que, conscientes de su posici¨®n de fuerza, han sido muy intransigentes en las negociaciones. Los ¨²ltimos toques del proyecto, que algunos consideran como una claudicaci¨®n, concluyeron la semana pasada en plena agitaci¨®n causada por el cese de Lafontaine. El Gobierno presentar¨¢ el proyecto el pr¨®ximo viernes en el Parlamento, y Schily cree que la ley podr¨¢ entrar en vigor el 1 de enero del a?o 2000. Estas fechas retrasan los proyectos originales del Gobierno, que quer¨ªa aprobar la ley antes del 30 de junio y promulgarla el pr¨®ximo oto?o.
"La modernizaci¨®n del derecho de ciudan¨ªa anticuado es uno de los proyectos centrales de este Gobierno", dijo ayer Schily, que se mostr¨® convencido de obtener una amplia mayor¨ªa en el Bundestag y en el Bundesrat, as¨ª como el apoyo de la poblaci¨®n.
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