El BCE censura a los Gobiernos del euro por ignorar riesgos graves en pensiones y sanidad
El Banco Central Europeo (BCE), la autoridad monetaria de la zona euro, ha hecho un severo llamamiento a los Gobiernos para que no conf¨ªen su pol¨ªtica fiscal a un crecimiento econ¨®mico sostenido, que no es previsible. No est¨¢ garantizada a medio plazo la eliminaci¨®n del d¨¦ficit, dice el BCE, sobre todo si se persiste en la actitud de no encarar los "graves" riesgos en pensiones y sanidad. Tras insistir en flexibilizar el mercado laboral y en la moderaci¨®n salarial para combatir el paro, el BCE pone en duda el respaldo pol¨ªtico a su objetivo de estabilidad de precios.
En su informe de coyuntura correspondiente a marzo, el BCE ataca a los Gobiernos de la zona euro donde m¨¢s les duele, en la pol¨ªtica presupuestaria. En su opini¨®n, los planes fiscales para 1999 "parecen m¨¢s orientados" a fomentar el crecimiento econ¨®mico y el empleo a corto plazo "que a continuar el saneamiento de las finanzas p¨²blicas".Frente al respaldo dado por la Comisi¨®n Europea a la mayor¨ªa de los planes de estabilidad presentados por los Gobiernos, el BCE pone en duda que consigan el objetivo de acercarse al equilibrio o el super¨¢vit presupuestario. Conf¨ªan, a?ade, en un crecimiento econ¨®mico sostenido y en unos tipos de inter¨¦s bajos; pero advierte de que, si no se mantienen, se llegar¨¢ "f¨¢cilmente" a un d¨¦ficit del 3% del PIB.
Este retroceso hasta el punto de partida para la convergencia europea se producir¨¢ porque "los planes fiscales actuales no incluyen m¨¢rgenes de seguridad suficientes para permitir que los estabilizadores autom¨¢ticos funcionen plenamente, sin riesgo de que las situaciones presupuestarias lleguen a estar excesivamente desequilibradas".
Aun en el caso de que existieran estos m¨¢rgenes, el BCE considera que la asignatura pendiente es el gasto social. Seg¨²n el informe, los Gobiernos deben "realizar una provisi¨®n de reservas" que permita hacer frente al envejecimiento de la poblaci¨®n, que, a medio plazo, tendr¨¢ "graves consecuencias financieras" en los cap¨ªtulos de sanidad y pensiones.
El varapalo a los Gobiernos del euro est¨¢ en la l¨ªnea de informes anteriores, pero en el de marzo la punter¨ªa es m¨¢s afinada. Tambi¨¦n refleja los escozores de la tensi¨®n entre el ex ministro de Finanzas alem¨¢n, Oskar Lafontaine, y el presidente del BCE, Wim Duisenberg, a cuenta de los tipos de inter¨¦s. Lafontaine se ha ido, pero el BCE se queja -probablemente porque el informe fue redactado con anterioridad- de "la mayor incertidumbre" suscitada en torno "al apoyo pol¨ªtico con que cuenta la pol¨ªtica monetaria orientada hacia la estabilidad", o sea, al propio BCE.
La consecuencia es, explica, contraria a la que pretend¨ªa Lafontaine: el descenso de los tipos de inter¨¦s nominales a largo plazo se ha detenido en febrero y, entre finales de enero y el 4 de marzo, los rendimientos de los bonos aumentaron. Esto responde tambi¨¦n al riesgo de m¨¢s d¨¦ficit fiscal, remacha el BCE.
Sin ayudas, el BCE cree que cumple su papel de garantizar la estabilidad de precios, si bien mantiene la alerta en relaci¨®n a los energ¨¦ticos. En estas circunstancias, y dada la "relajaci¨®n" presupuestaria y la posibilidad de que no contin¨²e la moderaci¨®n salarial, el BCE concluye que debe "mantener sin cambios la actual pol¨ªtica monetaria".
La autoridad monetaria sigue, pues, en sus trece, pese a arrojar todo tipo de incertidumbres sobre el futuro crecimiento econ¨®mico de la zona. Como consecuencia de la crisis, algo aliviada, pero no superada, bajar¨¢ el ritmo de inversi¨®n y de creaci¨®n de empleo, aunque la demanda interna sigue fuerte. El paro es, insiste el BCE, "el reto m¨¢s importante", y por ello vuelve a exigir "medidas estructurales m¨¢s decididas" para fomentar la demanda de empleo, as¨ª como "reducir las rigideces" del mercado laboral y mantener la moderaci¨®n salarial.
[La econom¨ªa mundial registrar¨¢ en 1999 un crecimiento medio del 2,2%, seg¨²n el pron¨®stico del Instituto de Kiel (Alemania)].
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