Buena vecindad

LA REFORMA de la Ley de Propiedad Horizontal que se presenta hoy para el ¨²ltimo tr¨¢mite de aprobaci¨®n en el Congreso introduce evidentes mejoras en las normas jur¨ªdicas de convivencia entre propietarios e inquilinos de las fincas urbanas. En algunos casos llena vac¨ªos legales de cierta importancia, que se consideran causa del deterioro en los bienes comunes de casas y pisos. El nuevo texto, que es una reforma de la Ley de Propiedad Horizontal de 1960, pretende dotar a las comunidades de vecinos de un r¨¦gimen jur¨ªdico que fundamente su autoridad mediante la regulaci¨®n de las mayor¨ªas necesarias para los cambios u obras que quieran realizar los vecinos; prev¨¦ la creaci¨®n de un sistema legal espec¨ªfico para tramitar los casos de vecinos morosos, a quienes, por cierto, se retira el voto en las juntas; permite la denuncia colectiva ante los tribunales de los vecinos molestos, e impone la creaci¨®n de un fondo de reserva en cada comunidad de vecinos para hacer frente a las obras de restauraci¨®n y mantenimiento del edificio. No es dif¨ªcil apreciar la importancia de las mejoras introducidas en la ley. Las comunidades de vecinos mantienen un r¨¦gimen de funcionamiento limitado debido a los obst¨¢culos legales que hasta ahora encontraban para actuar con iniciativa en las zonas comunes. Resulta il¨®gico que el vecindario no pueda mejorar el aspecto interior y exterior de una finca simplemente por la opini¨®n en contra de un vecino, o que no existan instrumentos legales para actuar contra aquellos que no pagan los gastos de comunidad. Parte de estas carencias legales se compensan ahora con la reforma de la ley. Probablemente no sea ¨¦sta la ¨²ltima mejora que cabe introducir: es notoria, por ejemplo, la escasa cuant¨ªa del fondo de reserva, que dif¨ªcilmente permite realizar obras de fuste en una comunidad media. Pero s¨ª permite recuperar, como aseguran los administradores de fincas, una parte importante de la morosidad acumulada en gastos de comunidad, estimada en toda Espa?a en unos 30.000 millones, solamente esa inyecci¨®n de dinero ya supondr¨¢ un cambio decisivo en la posibilidad de mejora de los inmuebles de este pa¨ªs.