Borrell diferencia la violencia etarra de la de la guerrilla zapatista en M¨¦xico

El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Jos¨¦ Borrell, agradeci¨® al presidente mexicano, Ernesto Zedillo, con quien se reuni¨® la noche del mi¨¦rcoles en la primera jornada de su visita al pa¨ªs azteca, la colaboraci¨®n de su Ejecutivo, y tambi¨¦n del principal partido de la oposici¨®n mexicana, en la deportaci¨®n de presuntos etarras a Espa?a, y conden¨® todo tipo de violencia, si bien se?al¨® diferencias entre la de ETA y la del Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN), la guerrilla asentada en el Estado de Chiapas.

Su adversario en las primarias, Joaqu¨ªn Almunia, que el pasado a?o estuvo en M¨¦xico, hab¨ªa sido m¨¢s tajante y no entr¨® en precisiones en su rechazo de cualquier violencia, etarra o zapatista, tras su entrevista con Zedillo."Las comparaciones son siempre odiosas, y es complicado establecer analog¨ªas o diferencias entre la violencia de Chiapas y la violencia etarra", declar¨® ayer a preguntas de la prensa espa?ola. "Los zapatistas no han disparado un tiro desde el 94. No estamos ante nada comparable con lo que est¨¢ pasando en el Pa¨ªs Vasco. El Pa¨ªs Vasco no es la regi¨®n m¨¢s pobre y con menos educaci¨®n de Espa?a. Todo lo contrario. No hay un caldo de cultivo creado por una situaci¨®n socioecon¨®mica de otro siglo. Los zapatistas no ponen bombas en los autobuses escolares de la Ciudad de M¨¦xico".

Jos¨¦ Borrell, que lleg¨® para conocer y ser conocido, y hoy se re¨²ne con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, y principal l¨ªder de la oposici¨®n, Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, observ¨® un cambio favorable en la percepci¨®n de la izquierda mexicana del problema vasco y las deportaciones a Espa?a. "Ha cambiado de forma positiva, y en particular el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica [de centroizquierda, liderado por C¨¢rdenas] ya no acepta ser interlocutor de Herri Batasuna, o como ahora se llame". "Han entendido que las deportaciones no significa colocar a personas indefensas en manos de un Estado que no respeta la normas del derecho humanitario, y Espa?a es un Estado de derecho". agreg¨®. "Eso ha hecho, y me alegro, que ya no se plantee este tema como algo que enfrentaba a la izquierda mexicana con el Gobierno espa?ol".

El dirigente socialista comenz¨® una gira de cinco d¨ªas a M¨¦xico porque este pa¨ªs, dijo, es una de las referencias fundamentales para la pol¨ªtica espa?ola y para quien, como ¨¦l, pretende protagonizar un proyecto de Gobierno en Espa?a.

Desarrollo en Chiapas

Cen¨® con Zedillo y los asuntos abordados fueron muchos: desde las inquietudes oficiales respecto a la influencia que la crisis de la Comisi¨®n Europea pudiera tener en las negociaciones del tratado comercial interino entre M¨¦xico y la Uni¨®n Europea, hasta la transformaci¨®n del PRI, o el crecimiento econ¨®mico. "Fue una larga, distendida y agradable conversaci¨®n", relat¨® Borrell. "Y hablamos de Chiapas, pero no quisiera reducir la dimensi¨®n pol¨ªtica de M¨¦xico a Chiapas, ni tampoco quisiera ignorarlo". El candidato se ofreci¨® al Ejecutivo mexicano para impulsar un proceso de reconocimiento de los derechos humanos y de desarrollo social en Chiapas, en los que le "consta que el presidente Zedillo est¨¢ comprometido".

Borrell, que tambi¨¦n se reunir¨¢ con empresarios, l¨ªderes de la oposici¨®n e intelectuales mexicanos, inst¨® a eliminar de Chiapas la violencia. "Estamos en contra de la violencia, de todas las violencias en cualquier parte, pero estamos tambi¨¦n a favor de que desde las instituciones se abran caminos que superen las causas que originan la violencia, y en este sentido la puesta en marcha de modificaciones constitucionales que reconozcan los derechos y valores, las especiales circunstancias de los pueblos ind¨ªgenas en M¨¦xico, es tambi¨¦n positivo".