Dopaje a la italiana

El caso Festina hizo temblar los cimientos del deporte, pero el tama?o del sumario del juez de Lille est¨¢ a considerable distancia del material que conservan en sus juzgados seis fiscales italianos. Est¨¢ en juego el prestigio de todas las instituciones deportivas italianas, desde el propio CONI (Comit¨¦ Ol¨ªmpico Italiano) hasta las principales federaciones, clubes centenarios, pasando por el laboratorio de Roma.Italia es sospechosa de haber practicado un dopaje sistem¨¢tico de sus grandes deportistas, para algunos autores una versi¨®n occidental y capitalista de lo que en su d¨ªa signific¨® la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA).Los seis sumarios suman cientos de deportistas (incluidos extranjeros como Abraham Olano), m¨¦dicos, preparadores y dirigentes. Pero Francesco Conconi es el hombre. Un bioqu¨ªmico de fama. Un hombre que, en la cima de su fama, sal¨ªa a pasear en bicicleta con Romano Prodi, entonces presidente del Gobierno italiano. Un dirigente que forma parte de las comisiones m¨¦dicas del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) y de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI). Un respetado rector de la Universidad de Ferrara (Italia). Un maestro que ha formado a la flor y nata de la medicina deportiva. Art¨ªfice y director del Centro de Estudios Biom¨¦dicos Aplicados al Deporte, laboratorio que ha pasado de ser el orgullo de la investigaci¨®n deportiva italiana a n¨²cleo desde donde se ha dispuesto el dopaje organizado en los ¨²ltimos 20 a?os.

Un informe del grupo parlamentario El Olivo-Los Verdes, que solicit¨® infructuosamente la creaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n, lleg¨® m¨¢s lejos. Lleg¨® a conclusiones que, bien que expresadas de forma hiperb¨®lica, hac¨ªan pensar en la existencia en Italia de un "dopaje de Estado", de unas pr¨¢cticas prohibidas alentadas desde los organismos deportivos -el CONI y las federaciones-. Y en el centro del informe, dos nombres. El de Conconi y el de Mario Pescante, otrora el todopoderoso presidente del CONI.

"El CONI", dice el informe, "que tiene la delegaci¨®n total del Estado para el deporte ha alimentado durante a?os una larga y discutida relaci¨®n con Francesco Conconi, en la cual, bajo la coartada de la investigaci¨®n, se experimentaba con sustancias dopantes y se preparaba sin el riesgo de controles positivos a deportistas de ¨¦lite de varios deportes: atletismo, esqu¨ª, ciclismo, remo. Un convenio por el que, s¨®lo entre 1994 y 1998, Conconi recibi¨® 450 millones de liras [unos 400 millones de pesetas]. Bajo el ep¨ªgrafe de gasto figuraban como material de consumo testosterona y eritropoietina".

El objetivo era aumentar la cosecha de medallas en Juegos Ol¨ªmpicos y Mundiales. Los medios, dicen tanto el informe de Los Verdes como Sandro Donati, un t¨¦cnico de atletismo que ha denunciado en repetidas ocasiones a Conconi, fueron en un principio, entre 1980 y 1987, las autotransfusiones de sangre, y despu¨¦s, a partir de 1988, la EPO, la eritropoietina, un medicamento que ofrec¨ªa los mismos beneficiones que la transfusi¨®n (aumentar el transporte de ox¨ªgeno en la sangre), pero sin sus riesgos de infecci¨®n o contagio. Tambi¨¦n, seg¨²n Donati, Conconi preconiz¨® el uso de anabolizantes en los entrenamientos.

Los resultados para el deporte italiano fueron espectaculares. ?ste es uno de los principales argumentos de Los Verdes. Italia pas¨® de dos medallas de oro en los Juegos de Montreal 76, a ocho en Mosc¨² 80 y 14 en Los Angeles 84, el primer ciclo ol¨ªmpico en que Conconi fue plenamente operativo. A partir de ah¨ª, el deporte italiano se estabiliz¨®: en Atlanta 96 cosech¨® 13 oros.

Pierguido Soprani, el fiscal que le investiga, ha registrado numerosas veces sus instalaciones de Ferrara. Ha conseguido un objeto precioso: un fichero de ordenador con los datos de 200 deportistas de ¨¦lite italianos. En ellos se aprecia un espectacular salto en el valor de su hematocrito (un ¨ªndice que puede indicar el uso de EPO): de valores normales (en torno al 42%) pasa a cerca del 60% las fechas de las grandes competiciones deportivas. Las filtraciones han comenzado. Cada nombre continuar¨¢ conmocionando a Italia.