La izquierda rechaza la ordenanza que proh¨ªbe la venta de revistas 'porno' en los quioscos

La ordenanza de vendedores de peri¨®dicos que proh¨ªbe vender revistas pornogr¨¢ficas en los quioscos se ha topado con numerosos detractores antes de que se discuta, el pr¨®ximo lunes, en la comisi¨®n de Personal del Ayuntamiento de Madrid. El texto que propone el PP ha sido rechazado por IU y PSOE y por los editores de revistas pornogr¨¢ficas y er¨®ticas de Espa?a. Los concejales de la izquierda reclaman la eliminaci¨®n del veto a la venta de determinadas publicaciones. Los editores denuncian que con la aplicaci¨®n de la ordenanza regresar¨¢ la censura a Madrid.

El art¨ªculo 22 de la ordenanza elaborada por el departamento que dirige Mercedes de la Merced, tercera teniente de alcalde de Madrid, ha calentado los ¨¢nimos en la Casa de la Villa. El texto se?ala las condiciones para el ejercicio de la actividad de los quioscos y establece una serie de restricciones "como medida de protecci¨®n a los menores de edad en el correcto desarrollo de su personalidad".La prohibici¨®n de vender pornograf¨ªa, incluida en el sexto p¨¢rrafo del art¨ªculo 22, permiti¨® ayer a los ediles de IU y PSOE referirse a la "actitud inquisitorial" del gobierno municipal. El socialista Rafael Merino ley¨® el art¨ªculo 22 y sac¨® conclusiones: "Cuando la derecha interpreta las leyes, lo hace inquisitorialmente. Todo lo que afecta a la libertad de expresi¨®n, de prensa y de conciencia es muy delicado, y cuanto m¨¢s se reglamenta, m¨¢s se limita".

Izquierda Unida piensa lo mismo. El art¨ªculo 22 "es una pasada y una salida de tono", seg¨²n Franco Gonz¨¢lez (IU).

Unanimidad

Los dos grupos municipales niegan, de momento, su apoyo a la ordenanza. De la Merced quiera aprobarla por unanimidad en el pr¨®ximo pleno. Del texto pol¨¦mico s¨®lo salva la izquierda el apartado que impide la exhibici¨®n del material pornogr¨¢fico en los quioscos, pero insiste la oposici¨®n en que hay que permitir su venta.

Los vendedores de prensa, m¨¢s de mil en Madrid, reconocen que el veto municipal a la venta de determinadas revistas tendr¨¢ un efecto econ¨®mico menor, aunque no quieren perder ese derecho. Un portavoz de la Asociaci¨®n de Vendedores de Prensa anunci¨® ayer a Europa Press que iniciar¨¢n movilizaciones si el Ayuntamiento no borra del art¨ªculo 22 de la ordenanza el veto a la venta de publicaciones pornogr¨¢ficas.

El secretario de la asociaci¨®n, Luis Granados, calific¨® la medida que promueve el PP como "un cors¨¦ muy r¨ªgido que restar¨¢ beneficios a los quioscos", y pidi¨® al gobierno municipal que precise m¨¢s en la nueva norma la definici¨®n de pornograf¨ªa.

Los editores de revistas tienen clara esa definici¨®n: "Revistas pornogr¨¢ficas son aquellas que muestran el sexo de una manera expl¨ªcita. Ejemplos: una penetraci¨®n o una felaci¨®n fotografiadas".

Luis Vigil, jefe de publicaciones de Erospress, una empresa de Barcelona que edita m¨¢s de 25 revistas y vende en Espa?a y en Alemania, mostr¨® ayer su sorpresa al conocer el intento de ordenanza de Madrid. "Eso exist¨ªa en el franquismo, pero ya pas¨® a la historia. Si en una ordenanza incluyen la prohibici¨®n de vender publicaciones pornogr¨¢ficas nos encontraremos con el problema de definir qu¨¦ es pornograf¨ªa. Y es muy peligroso que un cacique local o un polic¨ªa municipal sean los que decidan sobre esa cuesti¨®n". Vigil asegura que el 30% de la producci¨®n de Erospress se vende en quioscos de Madrid. "Si se aplica esa ordenanza, nos har¨¢ mucho da?o. Si eso ocurre pediremos a nuestros abogados que estudien la posibilidad de recurrir la ordenanza".

El jefe de publicaciones de Erospress cree que un ayuntamiento carece de competencias para imponer limitaciones al comercio. "Si pueden hacer este tipo de ordenanzas, ma?ana har¨¢n otras en las que los alcaldes prohibir¨¢n vender publicaciones que favorezcan al partido que est¨¦ en la oposici¨®n", sugiere Vigil.

Francisco Bueno, directivo de Megamultimedia, una editorial de M¨¢laga que distribuye cinco revistas er¨®ticas en Espa?a y Francia, se lament¨® por la ordenanza madrile?a. "Es una pena que haya censura. Y lo peor es que depender¨¢ de c¨®mo se levante ese d¨ªa el polic¨ªa municipal de turno. A los quiosqueros les quitar¨¢n la posibilidad de ganarse la vida legalmente".