"Todos los kurdos tenemos una historia triste"
Fue guerrillero y ahora dibuja caricaturas en el paseo mar¨ªtimo de Malgrat de Mar. Kamal Sarvast es un kurdo de origen iraqu¨ª que tuvo que salir huyendo de su tierra tras ser rescatado de una c¨¢rcel de Bagdad. Lleg¨® como exiliado pol¨ªtico hace ya 17 a?os, pero Sarvast no ha olvidado ni un instante su tierra, cuyos paisajes todav¨ªa dibuja a acuarela. ?l es el embajador en Europa del Comit¨¦ Ol¨ªmpico del Kurdist¨¢n, organizaci¨®n todav¨ªa no reconocida a nivel internacional. La ¨¦pica historia de Sarvast es una m¨¢s de las que arrastran el medio centenar de personas que componen la colonia kurda que vive en Catalu?a. Todos est¨¢n muy apenados por la situaci¨®n que padece su pa¨ªs y ayer se reun¨ªan en un local para celebrar el d¨ªa del Kurdist¨¢n en honor de Apo, como conocen a Abdul¨¢ Ocalan, el l¨ªder guerrillero del Partido de los Trabajadores del Kurdist¨¢n (PKK), que fue apresado hace un mes por los turcos. El Kurdist¨¢n es una regi¨®n monta?osa del Asia occidental, del tama?o de Espa?a y con su misma poblaci¨®n, que se encuentra repartida entre la soberan¨ªa de cinco Estados: Turqu¨ªa, Irak, Ir¨¢n, Siria y Armenia. La lengua kurda es de ra¨ªz indoeuropea y las dos formas m¨¢s habladas son el soran¨ª y el badinan¨ª, esta ¨²ltima m¨¢s extendida en Turqu¨ªa, en donde se concentra una tercera parte de la poblaci¨®n kurda. La historia de este pueblo islamizado por los ¨¢rabes es la de un nacionalismo imposible. Tierra de grandes riquezas petroleras, sus aspiraciones autonomistas han sido siempre contestadas con actos de represi¨®n por los gobiernos que se reparten la regi¨®n. La zona que pertenece a Turqu¨ªa, a la que intent¨® acceder el diputado independentista ?ngel Colom, est¨¢ bajo la ley marcial. Desde que el PKK iniciara la lucha armada en 1984 se calcula que all¨ª han muerto m¨¢s de 20.000 personas. "Todos los kurdos tenemos una historia triste que contar", asegura Brino, nacido en Cobany, un pueblo que en los a?os veinte los aliados partieron en dos con el tren y cuyas mitades repartieron entre Turqu¨ªa y Siria. Brino (en espa?ol, "herido") se qued¨® en zona siria y perdi¨® a parte de su familia al otro lado de la v¨ªa ferroviaria. Tuvo que abandonar hace a?os su pa¨ªs "por hablar demasiado", apunta. Ahora se gana la vida gracias a las dos tiendas de ropa que regenta. Est¨¢ casado con Dolores, una catalana que sabe hablar kurdo, y sus hijos se llaman Azad ("libre"), Delbr¨ªn ("coraz¨®n herido") y Walat ("patria"). Kamal F. es otra historia triste. Lleva 11 a?os fuera de su tierra natal, el Kurdist¨¢n iraqu¨ª, de donde emigr¨® junto a su mujer y cuatro hijos tras salir de la prisi¨®n gracias a una amnist¨ªa de Sadam Husein. Este simpatizante del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n explica: "No pod¨ªamos quedarnos all¨ª porque si los militares vienen a buscarte a casa y no te encuentran, se llevan a tu mujer". Kamal F. se gana la vida vendiendo bisuter¨ªa en una plaza de Barcelona. Los kurdos catalanes se reun¨ªan ayer para celebrar el Nauruz, el d¨ªa de la patria kurda. "Es como el 11 de septiembre en Catalu?a", explica Kamal. Acostumbran a ser cerca de un centenar de personas entre amigos y familiares, a pesar de que no hay una gran uni¨®n entre los kurdos del exilio. Cada uno lleva comida t¨ªpica de su tierra, cantan y bailan al ritmo de m¨²sica tradicional y, sobre todo, lloran la detenci¨®n del l¨ªder Ocalan m¨¢s all¨¢ de diferencias ideol¨®gicas. "Si el PKK es un partido de terroristas, ?por qu¨¦ hubo personas que se prendieron fuego al conocer la detenci¨®n de Apo?", se pregunta Sarvast. Todos est¨¢n indignados de que pa¨ªses como Italia o Grecia no dieran asilo pol¨ªtico a Ocalan, y los ojos se le enrojecen cuando explican sus sentimientos al verle amordazado en televisi¨®n. Los kurdo-catalanes est¨¢n satisfechos por el gesto del pol¨ªtico independentista ?ngel Colom, quien fue expulsado por las autoridades turcas cuando intentaba acceder al Kurdist¨¢n para entrevistarse con los abogados de Ocalan. Tambi¨¦n est¨¢n muy contentos de que el Parlamento vasco pretenda acoger la Asamblea kurda en el exilio. Pero no lo est¨¢n tanto con los partidos mayoritarios catalanes, que se opusieron a celebrar el acto en el Parlament. Ahora, 14 asociaciones catalanas han decidido tomar la iniciativa y acaban de crear la Plataforma de Solidaridad con el Pueblo Kurdo, cuyo objetivo es denunciar "la sistem¨¢tica violaci¨®n de los derechos humanos en el Kurdist¨¢n turco", en palabras de Pere Ortega, de Just¨ªcia i Pau. El magistrado Santi Vidal, de Jueces por la Democracia y observador en juicios militares turcos, pide que se aplique a Ocalan el convenio de Ginebra, lo que le otorgar¨ªa el estatuto de prisionero de guerra y obligar¨ªa a la presencia de observadores internacionales durante el proceso. Hace unas semanas, una docena de kurdos llegaron a Catalu?a huyendo de la represi¨®n. Residen en el Centro de Acogida Temporal de Santa Perp¨¨tua de Mogoda y han pedido asilo pol¨ªtico. No quieren hablar con nadie. No hace falta. Seguro que sus historias son tristes.
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