Amparanoia, juerguista universal

La Fiesta furiosa, como se llama el segundo elep¨¦ de la granadina, tuvo un muy apetecible previo en directo con la actuaci¨®n del septeto barcelon¨¦s Macaco. ?stos son una interesant¨ªsima formaci¨®n, con un disco a punto de aparecer, que trazan un segmento que va desde el raggamuffin -especie de rap con base reggae- hasta Mano Negra, con alguna parada en la m¨²sica brasile?a de tambores. Si todo les sale con l¨®gica, ser¨¢n importantes en breve.En cuanto a la reina de la noche, Amparo vive en un estado de gracia que se percibe en su luminoso estar en escena y la comuni¨®n con su bullanguero p¨²blico. Su evoluci¨®n como artista la ha llevado desde una m¨²sica rabiosamente inmediata, con olor a churros y a rumba improvisada, hasta un planteamiento m¨¢s elaborado y combativo.

En directo, adem¨¢s, juega las bazas de los estribillos -directos y pegajosos- y la voluntad de satisfacer las ganas de juerga del respetable, con lo que siempre lleva papeletas para hacer un show festivo de los que podr¨ªan terminar perfectamente con fuegos artificiales.

Entre la lista de canciones interpretadas, cabe resaltar las de su primer disco, las que le han abierto las puertas del ¨¦xito: En la noche o Hacer dinero; aunque tambi¨¦n entre las nuevas las hay candidatas a adherirse a buen n¨²mero de pabellones auditivos: ?Qu¨¦ ser¨¢ de m¨ª?, Puerto claridad o El destino. Muy de agradecer es, adem¨¢s, su sentido homenaje al maestro Bambino con la recreaci¨®n de La pared.

Ahora s¨®lo falta que Amparo olvide los tics y estribillos de las viejas canciones -Moliendo caf¨¦, El huerfanito- y desarrolle los suyos propios para ser del todo una juerguista universal. Ella puede.