Henry Kissinger: "Pinochet y yo"

Henry Kissinger, exsecretario de Estado de las administraciones republicanas de Nixon y Ford, publica esta semana Years of Renewal (A?os de renovaci¨®n), tercer volumen de memorias, un mamotreto de 1.151 p¨¢ginas, que incluye un cap¨ªtulo titulado "Chile, Derechos Humanos y la Organizaci¨®n de Estados Americanos". Seg¨²n dice, el cap¨ªtulo fue escrito "antes de que el arresto del general Augusto Pinochet reabriese muchos asuntos relacionados con los derechos humanos y Chile", cosa que, empero, no le llev¨® a cambiar el texto.Si bien el tomo segundo Years of Upheaval (A?os de agitaci¨®n), publicado en 1982, ha envejecido, Kissinger se ha visto tentado -o quiz¨¢ obligado "a la luz de los ¨²ltimos acontecimientos"- a ver lo que su obra fue para ¨¦l una vez y lo que es ahora. En su ¨²ltima versi¨®n sobre el golpe militar de Augusto Pinochet, el ex secretario de Estado ofrece una nueva versi¨®n que se parece a la vieja como dos gotas de agua.

"Tampoco se reconoci¨® que las brutalidades en Chile fueron las de una guerra civil continuada, desencadenada por iniciativa de la izquierda radical... No hay duda de que Pinochet y sus colaboradores se pasaron respecto a las normas moralmente aceptables una vez en el poder. Ni se puede justificar medidas tales como la "desaparici¨®n" de presuntos opositores con el terrorismo que practicaron los adversarios de la junta militar", se?ala.

Kissinger nunca mencion¨® la palabra desaparecidos hasta ahora. Esta referencia evoca un adagio jur¨ªdico: excusatio non petita, acusatio manifesta. Ser¨¢ por algo que al secretario de Estado le interesa mencionarlo ahora.

Kissinger cerr¨® el cap¨ªtulo "la ca¨ªda de Salvador Allende", de su segundo tomo, con su viaje a Santiago de Chile, en junio de 1976, para participar en la asamblea general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). "Pronunci¨¦ un discurso sobre los derechos humanos...En Chile el asunto hab¨ªa mejorado; pero no era completamente satisfactorio".

Cuando te venden este tipo de memorias, se supone que te dan vivencias m¨¢s personales o confidenciales. El caso es que Kissinger omiti¨® un detalle importante en su segundo tomo de memorias. El ex secretario de Estado no hizo referencia a una entrevista con Pinochet, en el despacho de ¨¦ste, en Santiago de Chile, la ma?ana del 8 de junio de 1976.

Documento desclasificado

Hete aqu¨ª que el Departamento de Estado de EEUU orden¨® el pasado mes de octubre la desclasificaci¨®n de un llamado memcon, un memor¨¢ndum de conversaci¨®n, en el que se daba cuenta, a lo largo de diez p¨¢ginas, del di¨¢logo.

Kissinger, ahora, no hace referencia expl¨ªcita al memcon desclasificado, pero s¨ª habla del hecho omitido en su libro anterior: la reuni¨®n con Pinochet. Ahora s¨ª habla de "Pinochet y yo".

En su nuevo libro, pues, "revela": "Inevitablemente, una importante cantidad de tiempo de mi di¨¢logo con Pinochet fue dedicado a los derechos humanos, principal obst¨¢culo para estrechar las relaciones de EEUU con Chile. Subray¨¦ los principales puntos del discurso que dar¨ªa en la OEA al d¨ªa siguiente. Pinochet no hizo comentario alguno. Por lo dem¨¢s, enfatic¨¦ que simpatiz¨¢bamos con lo objetivos de estabilidad de Chile... y de que no estabamos urgiendo el tema de los derechos humanos para desestabilizar al Gobierno chileno".

Kissinger cita dos p¨¢rrafos que proceden del memcon, en los que, tras explicar a Pinochet que prefer¨ªa darle a conocer su discurso antes de pronunciarlo, le pide que "comprenda" su posici¨®n. Pero si en sus memorias de 1982 Kissinger omit¨ªa su encuentro con Pinochet, ahora vuelve a escamotear lo esencial, s¨®lo que esta vez es posible pillarle a trav¨¦s del memor¨¢ndum.

Kissinger, seg¨²n el acta, se justifica ante Pinochet. "Voy a hablar sobre los derechos humanos esta tarde en la Asamblea General. He pospuesto mi discuso hasta hablar con usted. Quiero que entienda mi posici¨®n... Voy a tratar los derechos humanos en t¨¦rminos generales (...) Mi idea es que usted es una v¨ªctima de los grupos izquierdistas de todo el mundo.".

Dice en su libro Kissinger que Pinochet no coment¨® nada. Quiz¨¢ sea un acto fallido del exsecretario de Estado. Porque el acta refleja literalmente el di¨¢logo. A continuaci¨®n, inmediatamente, Pinochet responde: "Estamos volviendo a la institucionalizaci¨®n paso a paso. Pero somos atacados constantemente por los democratacristianos. Tienen influencia en Washington. No en el Pent¨¢gono pero s¨ª en el Congreso. Gabriel Vald¨¦s tiene acceso. Tambi¨¦n Letelier". Y a rengl¨®n seguido, insisti¨®. "Letelier tiene acceso al Congreso. Sabemos que est¨¢n dando informaci¨®n falsa".

En su nueva obra, Kissinger habla de Pinochet y sus amigos como "los torpes autoritarios de Santiago". Los que ordenaron, tres meses despu¨¦s de la menci¨®n de su nombre por Pinochet, que Kissinger no escuch¨®, el asesinato de Orlando Letelier en Washington, el 21 de septiembre de 1976.