"Sin "Guzm¨¢n de Alfarache" no existir¨ªa el "Quijote", dice un profesor de Harvard

Coet¨¢neo de Cervantes, el sevillano Mateo Alem¨¢n (1547-1614?) se adelant¨® seis a?os con la publicaci¨®n de su Guzm¨¢n de Alfarache (1599) en el concepto de novela de entretenimiento al autor del Quijote. La obra, conocida como el P¨ªcaro por autonomasia, fue el punto de partida de la novela moderna. "Es el primer best seller universal. Sin el Guzm¨¢n Alfarache no existir¨ªa el Quijote", afirma Francisco M¨¢rquez Villanueva, hispanista y profesor de la Universidad de Harvard, que dirige en Sevilla un curso sobre Mateo Alem¨¢n.

La primera parte de Guzm¨¢n de Alfarache se public¨® en 1599, y la segunda en 1604, un a?o antes de la aparici¨®n del primera volumen del Quijote. La obra alcanz¨® una popularidad sin precedentes, con numerosas ediciones y traducciones a otros idiomas. "Los libros largos no exist¨ªan. No se le llam¨® novela, que designaba a obras breves. Se le denomina libro de entrenimiento y con ¨¦l aparece el concepto b¨¢sico de la novela actual como g¨¦nero literario de consumo por el gran p¨²blico", explica M¨¢rquez Villanueva (Sevilla, 1931), quien durante esta semana ofrece un curso magistral en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo. "Fue el primer ¨¦xito mundial de p¨²blico", asegura. M¨¢rquez Villanueva sostiene la absoluta modernidad del libro. "Es una obra implacable, subversiva, que critica todo lo imaginable. El mismo Alem¨¢n ten¨ªa miedo de las consecuencias". E indica las dos lecturas que tiene su Guzm¨¢n de Alfarache: "Una superficial, para el vulgo, que funciona como consejos morales, y otra, camuflada, donde se dicen las cosas m¨¢s tremendas sobre las instituciones y las costumbres. La novela son dos libros en uno, tiene dos sentidos opuestos seg¨²n quien lo lea". Cervantes aprovech¨® el fil¨®n que abri¨® Alem¨¢n, pero le da otra configuraci¨®n. "La novela de Alem¨¢n es una enciclopedia del mal. Cervantes no tiene esta visi¨®n desoladora,pesimista y restringida de la naturaleza humana. La suya es una visi¨®n m¨¢s panor¨¢mica, una epopeya del hombre en toda su dimensi¨®n", matiza el hispanista, que a?ade: "Dentro de la modernidad de las dos obras, en tan s¨®lo un lapso de seis a?os se cubre una distancia de siglos. Cervantes pulsa todas las teclas de la novela; Alem¨¢n s¨®lo algunas".