"El teatro distorsiona la realidad para reinventarla"
Adolfo Marsillach (Barcelona, 1928) es quiz¨¢ el catal¨¢n m¨¢s universal de cuantos viven en Madrid. Y ello por su contribuci¨®n al teatro, cuyo d¨ªa internacional se celebra este s¨¢bado, arte que ¨¦l ha desplegado en casi todas sus modalidades: desde las tablas hasta la direcci¨®n y la producci¨®n, m¨¢s escalas en el cine y en la pol¨ªtica cultural. Permaneci¨® durante una intensa temporada al frente de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico y de la Direcci¨®n General de Teatro. Por todo ello ha sido galardonado con la medalla de oro de la Comunidad de Madrid. Culto, reflexivo y autocr¨ªtico, es dif¨ªcil disociar su imagen de la de un ilustrado del siglo XVIII, de un cient¨ªfico o de un fil¨®sofo griego. Bajo todas sus caracterizaciones, ha logrado conservar la impronta del hombre que medita y pugna por la libertad y la sabidur¨ªa, y que encamina su b¨²squeda a trav¨¦s de los meandros de la iron¨ªa y del escepticismo.Una grave enfermedad, en retroceso, no le ha impedido aprestarse a representar en Pamplona, el 8 de mayo, tras 17 a?os, ?Qui¨¦n teme a Virginia Woolf?, de Edward Albee. Pronto la traer¨¢ a Madrid.Pregunta. Parece una obra de comprensi¨®n ?dif¨ªcil?
Respuesta. Nuestra versi¨®n, la de Nuria Espert y la m¨ªa, contribuir¨¢ a clarificarla. Es una pieza maestra, sobre la dial¨¦ctica de la ocultaci¨®n, ese jugar a escondernos que a veces practicamos los humanos.
P. Por cierto, el teatro sufri¨® a?os atr¨¢s una larga etapa de ocultaci¨®n.
R. S¨ª. Tambi¨¦n los profesionales hicimos algo por esconderlo. Bajo el franquismo tuvimos que inventarnos un lenguaje circunvalatorio y metaf¨®rico para criticar al sistema y eludir la censura. Ello convert¨ªa al espectador en c¨®mplice y determinaba su afecci¨®n.
P. ?Qu¨¦ pas¨® en los albores de la democracia?
R. Los profesionales de la escena nos perdimos en lo vanguardista o en lo convencional; la gente se alej¨®.
P. Hoy asistimos a un resurgir del teatro. ?A qu¨¦ obedece?
R. Hay un hast¨ªo de im¨¢genes. Al paso que vamos, creo que la gente tirar¨¢ la televisi¨®n -quiz¨¢ tambi¨¦n a alg¨²n pariente- por la ventana. La televisi¨®n tiene su lugar, pero no puede sustituir ni al teatro ni al cine; no debe convertirse en un t¨®tem al que todo el mundo reverencie. La gente desea actores de carne y hueso, no m¨¢s bustos parlantes.
P. El teatro ?produce o reproduce la realidad?
R. La cambia. Realiza con ella una distorsi¨®n literaria que la reinventa.
P. ?Tiene el teatro una funci¨®n social?
R. Aspira a plantear a la sociedad preguntas sobre s¨ª misma.
P. ?Cu¨¢l es la pregunta m¨¢s certera que ha planteado desde un escenario?
R. Quiz¨¢ en Marat-Sade: ?Qu¨¦ es primero, la revoluci¨®n colectiva o la individual?
P. ?Qu¨¦ responde Usted?
R. Estoy m¨¢s cerca de la individual, pero... convergen.
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