La feminizaci¨®n pendiente de la pol¨ªtica
La pol¨ªtica sigue muy mayoritariamente hecha y pensada por hombres, y ello tiene repercusiones que no son precisamente beneficiosas para el conjunto de la humanidad. En estas premisas coincidieron ayer mujeres de las m¨¢s dispares tradiciones, desde democristianas hasta revolucionarias, que participaron en Barcelona en una mesa redonda sobre La participaci¨®n de la mujer en la pol¨ªtica europea, organizada por la Red Europea de Mujeres Periodistas. El debate estuvo precedido por una ponencia de la psic¨®loga y escritora Maria ?ngels Viladot, que se?al¨® que la doble jornada laboral -en el trabajo y en casa- supone un "impedimento objetivo" a la incorporaci¨®n de la mujer al mundo de la pol¨ªtica. Asimismo, las dos eurodiputadas catalanas, Anna Terron, del Partit dels Socialistes (PSC), y Concepci¨® Ferrer, de Uni¨® Democr¨¤tica (UDC), explicaron sus experiencias en el Parlamento Europeo. En el debate participaron, entre otras, Anna Balletb¨® (PSC), Dolors Nadal (PP), L¨ªdia Falc¨®n (Partido Feminista), Mar¨ªa Jos¨¦ Aubet (Col.lectiu de Dones Divergents) y Dolors Renau (Diputaci¨®n de Barcelona). Que todav¨ªa queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad real -no s¨®lo legal- entre hombres y mujeres y que la discriminaci¨®n es especialmente notoria en el mundo de la pol¨ªtica se evidencia de forma gr¨¢fica en la ¨²ltima foto de la cumbre de la Uni¨®n Europea, reunida en Berl¨ªn para aprobar la Agenda 2000. Los 15 jefes de Estado y de Gobierno que posan sonrientes son hombres, y s¨®lo hay una solitaria mujer cuando se re¨²nen los ministros de Asuntos Exteriores. Tampoco hay mujeres en puestos de responsabilidad en la Alianza Atl¨¢ntica ni en el Banco Central Europeo. Estas reflexiones fueron puestas sobre la mesa por varias de las personas que participaron en el debate como contrapunto al progresivo aumento del porcentaje de mujeres que se integran en las listas electorales, que sin embargo se mantiene en cotas muy bajas. En el Parlamento Europeo las mujeres se acercan al 29% de los diputados y la cifra est¨¢ por encima de la media de los parlamentos nacionales. ?C¨®mo aumentar este porcentaje y, sobre todo, c¨®mo incorporar a mujeres en todos los ¨®rganos de decisi¨®n importantes? Viladot propuso establecer cuotas como una medida transitoria para favorecer la discriminaci¨®n positiva, pero la propuesta est¨¢ muy lejos de alcanzar el consenso en las propias mujeres. Terron dijo que actualmente ya no es el momento de establecer cuotas porque las mujeres no son ninguna minor¨ªa y propuso como objetivo la "democracia paritaria". En esto la secund¨® su correligionaria Balletb¨®, quien puso un ejemplo para explicar los inconvenientes que a su juicio suponen las cuotas: "Los hombres quedan forzados a situar a mujeres en las listas, pero entonces colocan a las m¨¢s d¨®ciles", afirm¨®. Mucho m¨¢s cr¨ªtica todav¨ªa fue Falc¨®n: "Las cuotas llevan a m¨¢s mujeres a los parlamentos, pero ¨¦stas acaban haciendo una pol¨ªtica de hombres", afirm¨® la dirigente feminista, quien lament¨® que muchas de las mujeres parlamentarias "son de derechas y algunas del Opus". Nadie contest¨® directamente la alusi¨®n, pero la democristiana Concepci¨® Ferrer enfatiz¨® que lo importante es "el respeto, el consenso y el di¨¢logo" entre las mujeres. Hombres Mar¨ªa Jos¨¦ Aubet, por su parte, apunt¨® que el proceso de construcci¨®n europea "podr¨ªa ser incompatible con la emancipaci¨®n de la mujer". En su opini¨®n, el liberalismo que implican los tratados de Maastricht y Amsterdam pueden representar un peligro para el Estado de bienestar y, en consecuencia, limitar las posibilidades de las mujeres. Asimismo, Terron insisti¨® en la necesidad de incorporar directamente a los hombres en el objetivo de redise?ar la pol¨ªtica y feminizarla. "Tienen que cambiar los modelos de prestigio entre los hombres", afirm¨®. Pero pocos hombres la escuchaban. Los asistentes masculinos se pod¨ªan contar con los dedos de una mano.
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