D¨ªa de estreno

Las v¨ªsperas siempre han sido pr¨®digas en consejos. Para socorrer a los parroquianos de fuera, el Patronato de Turismo de Sevilla ha editado un manual con estilo de gu¨ªa espiritual, rebosante de m¨¢ximas que ayudan a adentrarse en el ritual procesional sin hacer el rid¨ªculo. Un repasito al texto ayuda a evitar comportamientos desagradables, como golpear la cruz de gu¨ªa con la Nikkon, levantar el capirote (no denominarlo jam¨¢s cucurucho so pena de incurrir en delito de irreverencia mayor) de un nazareno, molestar al capataz con peticiones improcedentes para que le deje hacer sonar el llamador antes de una levant¨¢ o carcajearse con una saeta. Por ¨²ltimo, ni pensar en llegar y besar el palco en la zona noble de la carrera oficial. Aclara el manual que conseguirlo "puede ser tarea de toda una vida". Ver una cofrad¨ªa no es f¨¢cil. Verlas todas, imposible. En caso de fascinaci¨®n suprema, tiene la opci¨®n de mudarse a Sevilla y con el tiempo y muchas bullas lograrlo. No piense que la bulla es un gent¨ªo sin orden ni concierto. La variante de Semana Santa se caracteriza por cierto saber estar y, sobre todo, por integrar el espect¨¢culo de igual modo que una centuria o un palio. Para sobrevivir a ella es recomendable desplegar buenas dosis de educaci¨®n y remarcar su aspecto de visitante. O sea que eluda la mantilla y expresiones como pareces tonto de capirote. Sentar¨ªa muy mal, la verdad. Los sevillanos se arreglan mucho para ver cofrad¨ªas. Las normas al respecto son claras: estreno el Domingo de Ramos, traje oscuro o mantilla, seg¨²n sexos, durante las tardes del Jueves y Viernes Santo. Imitarlos contradir¨ªa lo establecido en el p¨¢rrafo anterior y, en caso de bulla, podr¨ªa resultar desaconsejable. As¨ª que el manual recomienda ropa y calzado c¨®modo. De los consejos de v¨ªspera no se libran ni los experimentados nazarenos. El Silencio, por ejemplo, ha distribuido entre sus hermanos un texto para preservar la tradici¨®n y unificar criterios. Ejemplos: no dar caramelos y llevar la cruz con garbo. Otras, m¨¢s que sugerencias, son verdaderas reprimendas: "El antifaz no nos deja ver la cara de qui¨¦n va dentro. Y es mejor, porque algunos tienen mucha cara saliendo de nazarenos sin preocuparse de llevar una vida cristiana. ?Eres as¨ª?".