Del exceso a la belleza
Esta vez el dicho ese "de Madrid al cielo" no funcion¨®. Los flamencos madrile?os se excedieron (cerca de tres horas y media de espect¨¢culo), y en alguna ocasi¨®n nos aburrieron.Fue Ricardo Losada, El Yunque, el ¨²nico que se mostr¨® razonable en su tiempo de actuaci¨®n. Cuatro cantes bien hechos, con autoridad y gusto, entre ellos, esas dos columnas vertebrales que son soleares y siguiriyas. En concierto, V¨ªctor Monge, Serranito, dej¨® testimonio de su gran clase como compositor e int¨¦rprete, en temas que viene haciendo desde tiempo ya, y que por supuesto domina absolutamente. Toni El Pelao y su gente estuvieron demasiado tiempo en el escenario, y fue una equivocaci¨®n. Un par de temas -la ca?a y la farruca, por ejemplo, que son estilos de gran predicamento en su familia- hubieran bastado para demostrar el arte que lleva en sus genes y en su experiencia profesional. Bien su mujer, La Uchi; ¨¦l abus¨® de los zapateados a guitarra parada.
VII Festival Flamenco Caja Madrid
Guitarra en concierto: Serranito. Baile: Toni El Pelao, La Tati. Cante: El Yunque. Baile: La Yerbabuena. Cante: Carmen Linares. Teatro Alb¨¦niz. Madrid, 26 y 27 de marzo.
Excesiva tambi¨¦n La Tati, en un baile por martinetes mal planteado y otro por alegr¨ªas interminable, que estuvo sobrado de tics, parones, saltos y recursos t¨®picos mil veces vistos. En ocasiones, sin embargo, nos sorprendi¨® alg¨²n gesto gracioso y delicado, un quiebro insinuado, que llevaban la firma inconfundible de la bailaora.
El ¨²ltimo d¨ªa del festival fue, en cambio, impecable, con Eva la Yerbabuena y Carmen Linares encandilando al p¨²blico que llen¨® a tope la sala. Singularmente Eva creci¨® a las alturas del genio en tres bailes soleares, alegr¨ªas y martinetes, que bord¨® literalmente, poniendo en ellos creatividad, t¨¦cnica y, sobre todo, mucha sabidur¨ªa bailaora. Secundada por cuatro espl¨¦ndidos cantaores, Eva bail¨® con un equilibrio que conjug¨® a la perfecci¨®n los pies con el resto del cuerpo, en una s¨ªntesis de euritmia y belleza dif¨ªcilmente superables. Y Carmen cant¨® como ella canta siempre, muy bien. Al final, las dos con sus gentes hicieron una fiesta por buler¨ªas de gran calidad, terminando el ciclo con el teatro en un clamor.
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