El rock de los pibes
De Moris a su hijo, Antonio Birabent, contin¨²a la tradici¨®n de m¨²sicos argentinos que viven y trabajan en Madrid
Tuvo que llegar un bonaerense llamado Moris para crear el rock and roll madrile?o. Fue a mediados de los a?os setenta. En aquel disco hist¨®rico, Fiebre de vivir, Moris demostraba una capacidad tremenda para la descripci¨®n urbana de Madrid. Moris inaugur¨® una tradici¨®n que permanece: rockeros argentinos que desembarcan en Madrid y se quedan a vivir y a trabajar en la capital.Despu¨¦s de ¨¦l llegaron Alejo Stivel, Ariel Rot, Sergio Makaroff, Rubi, Andr¨¦s Calamaro... Los dos ¨²ltimos en recalar son Andy Chango y Antonio Birabent, el hijo de Moris. Reivindican el castellano y en sus canciones radiograf¨ªan el latido de la ciudad.
Cuando Antonio Birabent, nacido en Buenos Aires hace 28 a?os, pis¨® por primera vez Madrid ten¨ªa 16 a?os. "Mi padre, Moris, lleg¨® una noche a nuestra casa de Buenos Aires y nos dijo que al d¨ªa siguiente nos ¨ªbamos a Madrid. Luego nos explic¨® que hab¨ªan puesto una bomba en el local de Buenos Aires donde iba a actuar. No aguant¨¢bamos m¨¢s", explica Birabent. Era el a?o 1976 y desde hac¨ªa seis meses hab¨ªa triunfado el golpe militar en Argentina. Birabent explica la situaci¨®n muy atinadamente: "Nos fuimos de Buenos Aires cuando comenzaba la oscuridad y llegamos a Madrid cuando Espa?a sal¨ªa del t¨²nel".
Defensa del castellano
La sorpresa de Moris cuando pis¨® Madrid fue que se encontr¨® un panorama rockero bastante despistado: los solistas y grupos espa?oles cantaban en ingl¨¦s. No se dej¨® contagiar y empez¨® a presentar su versi¨®n del rock en puro castellano.Ariel Rot, de 37 a?os, es el m¨¢s veterano de los argentinos-madrile?os. Tambi¨¦n lleg¨® con su familia a Madrid en 1976 huyendo de la dictadura de su pa¨ªs: "Ten¨ªa 16 a?os y ya llevaba unos cuantos a?os escuchando rock en castellano porque en Argentina los setenta fueron muy progresivos", dice Rot. "Me pareci¨® raro que todos los grupos espa?oles cantaran en ingl¨¦s y realizaran versiones de temas como Popotitos o Johnny B. Good", contin¨²a Ariel, quien junto a Alejo Stivel form¨® en esa ¨¦poca el grupo Tequila, con el que se unieron a su compatriota y colega Moris en la defensa del rock and roll cantado en castellano.
Canciones como Rock and roll en la plaza del pueblo, de Tequila, o Balada de Madrid, S¨¢bado noche y Nocturno de Princesa, de Moris, retrataron aquel Madrid de forma certera, como nadie lo hab¨ªa hecho antes.
"Se unieron varias circunstancias. La primera es que cuando llegas a una ciudad nueva est¨¢s muy alerta", explica Birabent. "Se da la circunstancia de que hay extranjeros que conocen mejor una ciudad que los nativos de ¨¦sta y los que viven en ella. Luego est¨¢ el esp¨ªritu combativo y de tradici¨®n por respeto al castellano que siempre se ha tenido en Argentina", se?ala el hijo de Moris, quien en sus primeros a?os en Madrid ejerc¨ªa de pipa (ayudando a cargar los equipos de sonido en las actuaciones) de su padre.
Pero esta primera generaci¨®n de rockeros argentinos afincados en el foro retornaron a su pa¨ªs. Fue a mediados de los a?os ochenta, cuando el pop de la movida y el heavy metal arrinconaron al rock cl¨¢sico. "Fue en 1987, despu¨¦s de aquel concierto de U2 que llen¨® el estadio Santiago Bernab¨¦u con casi cien mil personas", recuerda Birabent. "Mi padre me dijo que nos ¨ªbamos porque a nivel comercial su m¨²sica hab¨ªa perdido empuje", explica.
Ariel Rot tambi¨¦n se march¨® con su m¨²sica de vuelta a Buenos Aires por aquella ¨¦poca: "Estaba pasando una crisis y me llam¨® mi hermana (la actriz Cecilia Roth) desde Argentina ofreci¨¦ndome su casa. Yo necesitaba un reencuentro con mi tierra".
A principios de los a?os noventa, cuando se apaga la llama de la movida, Ariel Rot regresa a Madrid, esta vez acompa?ado por Andr¨¦s Calamaro, para formar el grupo Los Rodr¨ªguez. "Argentina entr¨® en un gran caos econ¨®mico. All¨ª era imposible grabar un disco", asegura. "Nos llegaron noticias de que Espa?a estaba muy glamouroso con el tema de la Expo y los Juegos Ol¨ªmpicos", dice Rot. Quien no regres¨® a Europa fue Moris, pero s¨ª regres¨® su hijo. Vive desde hace dos meses en la calle del Prado, cerca de la plaza de Santa Ana, en el distrito Centro, una zona agitada con muchos locales de actuaci¨®n en directo, algunos de los cuales han sufrido una cierta persecuci¨®n basada en art¨ªculos de la normativa municipal.
Pero Antonio Birabent recal¨® de nuevo en Madrid v¨ªa el cine y no la m¨²sica. Lleg¨® hace unos meses para rodar la pel¨ªcula Lisboa, del director espa?ol Antonio Hern¨¢ndez, donde comparte protagonismo con Carmen Maura y su compatriota Federico Luppi.
No hab¨ªa olvidado la m¨²sica: En su equipaje llevaba un disco propio, Azar. "Lo mand¨¦ a algunas compa?¨ªas discogr¨¢ficas y comenzaron a responderme positivamente. Fue cuando decid¨ª afincarme otra vez en Madrid y revivir aquellos a?os setenta con mi padre", aunque ya no en el papel de pipa sino como centro del escenario.
Casticismo vanguardista
El disco de Birabent, que se public¨® la pasada semana, respira casticismo pero con una estructura musical vanguardista, cercana a ritmos como el trip-hop. En Azar hay una canci¨®n que se llama precisamente Madrid, adem¨¢s de una curiosa versi¨®n del famoso tema de Moris, Nocturno de Princesa.Otro rockero argentino reci¨¦n llegado a Madrid es Andy Chango, de 28 a?os: "Me fui corriendo de Buenos Aires. Est¨¢ muy violento", describe este m¨²sico, cuya filosof¨ªa vital y musical trasciende a veces los l¨ªmites de la libertad m¨¢s ortodoxa. Con Chango, que tiene su casa en ?pera, funcion¨® la historia del amigo llama al amigo. "Andr¨¦s Calamaro y Ariel Rot me animaron a venir a Madrid y aqu¨ª estoy", declara este m¨²sico que acaba de publicar su primer disco. Se titula Andy Chango y colabora todo el clan bonaerense. Precisamente, hace dos semanas, cuando toc¨® en directo en la sala El Sol, all¨ª estaban todos arropando su deb¨² madrile?o.
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