Decisi¨®n salom¨®nica en Nueva York
Una mujer blanca que pari¨® gemelos entrega uno, negro, a su madre gen¨¦tica, negra, al conocer que lo concibi¨® por un error de la cl¨ªnica de fertilidad
Una mujer blanca de Staten Island (Nueva York) que hace tres meses dio a luz simult¨¢neamente a un ni?o blanco y a otro negro entregar¨¢ por su propia voluntad a este ¨²ltimo a su madre gen¨¦tica, que es negra, tras comprobarse que se hab¨ªa cometido un error en la cl¨ªnica de fertilidad a la que acud¨ªan ambas. Este ins¨®lito caso de negligencia m¨¦dica apenas tiene precedentes, y aunque parece que se ha solventado pac¨ªficamente el cap¨ªtulo de la custodia del ni?o, queda pendiente una demanda contra la cl¨ªnica de Nueva York donde se cometi¨® el error.Donna Fasano, la mujer que engendr¨® a la extra?a pareja de gemelos, dijo el lunes: "Vamos a entregar al ni?o porque le queremos." Deborah Perry-Rogers, la madre gen¨¦tica, puso hace dos semanas una demanda para obtener la custodia del ni?o negro y otra contra la doctora Lillian Nash y sus socios.
Fasano y Rogers hab¨ªan intentado sin ¨¦xito diversos m¨¦todos de embarazo, y en el mismo d¨ªa de abril de 1998 acudieron a una cita con la doctora Nash para que les implantara ¨®vulos fecundados artificialmente con espermatozoides de sus respectivos maridos. Tras unas semanas, Rogers, de 34 a?os, segu¨ªa sin quedarse embarazada, pero Fasano, de 39, ten¨ªa gemelos.
La cl¨ªnica reconoci¨® entonces de inmediato su error: hab¨ªan implantado a Fasano cuatro de sus ¨®vulos fecundados por su marido, y a la vez, como de propina, otros cuantos del matrimonio Rogers. De modo que, cuando sucedi¨® el parto, Fasano ya sab¨ªa que uno de los ni?os iba a ser negro. Una prueba de ADN determin¨® que ese beb¨¦ no era suyo, y ahora queda el tr¨¢mite de hacer una segunda prueba para establecer que se trata del hijo de Rogers y poder hacer el traspaso legal de la custodia.
Los abogados de ambos matrimonios han dicho que no va a haber declaraciones ni fotograf¨ªas de los implicados, porque no quieren convertir lo ocurrido en "un circo medi¨¢tico". Pero Fasano explic¨®: "No ha sido culpa m¨ªa. La gente con problemas de fertilidad deber¨ªa poder ir a su m¨¦dico y confiar en que lo van a hacer bien. Para ellos quiz¨¢ sea s¨®lo un trabajo, pero para m¨ª es mi vida. Puede que me hayan dado dos beb¨¦s encantadores, pero tambi¨¦n han destrozado su vida. Queremos lo mejor para el ni?o. Vamos a entregarlo porque le queremos".
Hay una interesante lectura del caso en la edici¨®n de ayer de The New York Times, que explicaba la noticia sin mencionar hasta el cuarto p¨¢rrafo que uno de los ni?os era blanco y el otro negro, ya que las madres implicadas eran de distinta raza. Las normas de estilo y correcci¨®n pol¨ªtica del diario, dise?adas para no mencionar la raza del sujeto de una noticia si no es necesario, crean la impresi¨®n de que lo importante en este caso es el error en la implantaci¨®n en s¨ª, independientemente del contenido gen¨¦tico del color de piel.
En declaraciones a otro peri¨®dico, la doctora Nash explic¨® que no le hab¨ªa pasado nada as¨ª en sus 30 a?os como ginec¨®loga, y que en teor¨ªa, por la combinaci¨®n de embriones implantados, se podr¨ªa haber dado el caso de que Fasano diera a luz a dos ni?os negros o a dos blancos. "S¨¦ perfectamente c¨®mo se encuentran ", dijo Nash. Tambi¨¦n el pasado lunes la polic¨ªa arrest¨® a una mujer de Long Island (Nueva York) y a su abogado, que hab¨ªa arreglado la venta de su beb¨¦ de 10 meses por 60.000 d¨®lares (unos nueve millones de pesetas) a un matrimonio incapaz de procrear con el que se hab¨ªan puesto en contacto por Internet.
Por otra parte, en Taiwan, un hombre que dudaba de la paternidad de sus dos gemelos descubri¨®, tras las pruebas de ADN, que uno s¨ª era su hijo, pero el otro no. El hombre, de apellido Chang, ante las peticiones de ayuda econ¨®mica de la madre soltera, con la que hab¨ªa tenido una aventura, decidi¨® hacerle la prueba de sangre a los ni?os y comprob¨® que era igual a la suya. Pero Chang reclam¨® adem¨¢s pruebas de ADN. El resultado mostr¨® que era el padre de uno, pero no del otro. "Cada gemelo, pese a su parecido, tiene un c¨®digo de ADN diferente, lo que indica que son de padres distintos", dijo el m¨¦dico Tseng Cheng-huai, del hospital de Veteranos de Taiwan.
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