El PP cree que Piqu¨¦ est¨¢ "tocado" y no ser¨¢ el impulsor del partido

Los dirigentes del Partido Popular en Catalu?a observan con preocupaci¨®n c¨®mo las denuncias contra el portavoz del Gobierno, Josep Piqu¨¦, no s¨®lo no se desvanecen, sino que aparecen nuevos interrogantes sobre sus pr¨¢cticas fiscales. La direcci¨®n catalana ha cerrado filas en defensa de Piqu¨¦, pero lo ha hecho "a tientas" por falta de informaci¨®n sobre el caso. En sectores influyentes del partido existe la percepci¨®n de que Piqu¨¦ est¨¢ "tocado" y que el crecimiento del partido en Catalu?a no puede depender s¨®lo del tir¨®n del ministro.

La c¨²pula del partido en Catalu?a sigue convencida de que el ministro encabezar¨¢ la candidatura del PP por Barcelona en las pr¨®ximas elecciones generales. Pero en la medida en que el propio presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ha admitido que estaba "tocado", la mayor¨ªa de dirigentes en Catalu?a empiezan a asumir que el crecimiento del partido en esta comunidad no puede depender exclusivamente de la capacidad de Piqu¨¦ por acercar hacia los conservadores a sectores tradicionalmente vinculados a Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU). En la direcci¨®n catalana casi nadie tiene informaci¨®n de primera mano sobre el comportamiento fiscal del ministro antes de su incorporaci¨®n al Gobierno. Los militantes -y la gran mayor¨ªa de dirigentes- s¨®lo conocen el caso por lo que leen ¨¢vidamente en los medios de comunicaci¨®n, y construyen sus respuestas p¨²blicas exclusivamente a partir de los argumentos que ofrece la direcci¨®n nacional del PP, que achaca los problemas del ministro a una estrategia del PSOE. La direcci¨®n catalana no ha dado ninguna consigna expl¨ªcita al respecto y cada dirigente administra sus actuaciones en funci¨®n de c¨®mo interpreta los argumentos de la direcci¨®n nacional, seg¨²n coinciden en se?alar fuentes de la direcci¨®n catalana, del grupo parlamentario y del grupo municipal en Barcelona. Contactos de cortes¨ªa La falta de informaci¨®n se explica en buena parte porque Piqu¨¦ no tiene a ninguna persona de confianza en el aparato del partido en Catalu?a, con el que apenas mantiene contactos m¨¢s all¨¢ de gestos de cortes¨ªa. De hecho, su incorporaci¨®n al Gobierno y posteriormente al partido se hizo directamente a partir de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el ministro s¨®lo ha pisado en dos ocasiones la sede del PP catal¨¢n: cuando ETA asesin¨® al concejal del PP en Ermua Miguel ?ngel Blanco, en julio de 1997, y para asistir a una ejecutiva del partido, en marzo. De hecho, Piqu¨¦ se ha movido siempre en Catalu?a en el entorno de la delegada del Gobierno, Julia Garc¨ªa-Valdecasas, que tambi¨¦n fue nombrada directamente por el presidente del Gobierno, al margen de los intereses del PP catal¨¢n. La delegada ha tenido desde el principio de su gesti¨®n relaciones muy distantes, cuando no encontradas, con la c¨²pula catalana del PP. PASA A LA P?GINA 4