El abogado de Maeso busca restar validez al informe epidemiol¨®gico
Un a?o despu¨¦s del inicio de la investigaci¨®n judicial del brote de hepatitis C, la defensa de Juan Maeso, el anestesista imputado en la causa, ha movido pieza. Francisco Dav¨® ha solicitado al juez una amplia bater¨ªa de pruebas que intentar¨¢n demostrar, preferentemente, que el estudio epidemiol¨®gico que relaciona a su cliente con 171 casos de contagio no es v¨¢lido ni cient¨ªfica ni jur¨ªdicamente. [EN] Dav¨®, adem¨¢s, solicita la existencia de las pruebas documentales que podr¨ªan probar la adicci¨®n del m¨¦dico a las drogas.
El "autodenominado Estudio Epidemiol¨®gico", la documentaci¨®n de car¨¢cter t¨¦cnico "presuntamente utilizada" en la elaboraci¨®n de ese informe o "la denominada Comisi¨®n Cient¨ªfica Asesora Externa". Dav¨® -es decir, Maeso- no oculta en el lenguaje su intenci¨®n: poner de manifiesto la irrelevancia t¨¦cnica del Estudio Cient¨ªfico sobre el Brote de Hepatitis C y deslegimitar al grupo de trabajo que lo elabor¨®, seleccionado por la Consejer¨ªa de Sanidad, la instituci¨®n encargada de controlar -Cl¨ªnica La Salud- y gestionar -La Fe- los hospitales en los que se ha producido uno de los mayores esc¨¢ndalos sanitarios en Espa?a. Con ese objetivo, el actual letrado de Maeso -sustituy¨® a Pilar Beltr¨¢n en el asunto- ha pedido los "estudios epidemiol¨®gicos y trabajos cient¨ªficos que se hayan realizado, con anterioridad al mes de febrero de 1998, en la Comunidad Valenciana"; los "datos cl¨ªnicos" o "informes, documentos o an¨¢lisis cl¨ªnicos" utilizados por la comisi¨®n para concluir que el anestesista es adicto a los opi¨¢ceos o, entre otros, los estudios realizados a partir de febrero de 1998 sobre la "prevalencia del virus del VHC (de la hepatitis C) en la poblaci¨®n". Seg¨²n fuentes cercanas al caso, la pretensi¨®n del letrado es clara. Intentar probar que las conclusiones del estudio son impresentables -por ello su comparaci¨®n con anteriores trabajos- , demostrar que no existe prueba alguna que justifique, tal como concluy¨® la comisi¨®n cient¨ªfica, que Maeso es drogadicto -por eso los datos cl¨ªnicos sobre su pretendida adicci¨®n- o tratar de convencer al juez de que el elevado n¨²mero de portadores del virus convierte en m¨¢s que posible que su cliente, m¨¢s que el foco de contagio, sea una v¨ªctima m¨¢s de la infecci¨®n. Un total de 690 de las 4.871 personas chequeadas son portadoras del virus. El informe epidemiol¨®gico vincula sin tapujos al anestesista con 171 casos de contagio. Adem¨¢s, acusa a Maeso de ser adicto a los opi¨¢ceos y relaciona sus ritmos de trabajo y uso de sustancias estupefacientes con la pr¨¢ctica de las infecciones. Contundente, elaborado tras el an¨¢lisis de 4.871 muestras de sangre, resultado de meses de trabajo, y, evidentemente, ratificaci¨®n de una de las bases sobre las que se sostiene la imputaci¨®n del juez contra el anestesista. Dav¨®, sin embargo, duda de la correcci¨®n del informe. En su escrito de petici¨®n de pruebas, tambi¨¦n solicita la comparecencia de varios de los responsables del estudio: Francisco Bueno, director general de Salud P¨²blica de la Consejer¨ªa; Hermelinda Vanaclocha, jefa del servicio de Epidemiolog¨ªa del mismo departamento y J. Ferran Mart¨ªnez, jefe del ¨¢rea de Vigilancia de la Salud P¨²blica del Centro Nacional de Epidemiolog¨ªa. De prosperar la petici¨®n del letrado, declarar¨ªan en calidad de testigos, "y sin perjuicio de ulteriores modificaciones de su situaci¨®n procesal" (l¨¦ase imputados), para que "aclaren", "puntualicen" e incluso "rectifiquen" aspectos del informe. Dav¨® tambi¨¦n demanda las comparecencias de la responsable de la Unidad de Evaluaci¨®n y Calidad Asistencial de la consejer¨ªa, Amparo Flores, y de tres de los inspectores que impulsaron los expedientes abiertos por v¨ªa administrativa por el caso, as¨ª como la de Alicia de Miguel, directora del Centro de Transfusi¨®n de Sangre de la Comunidad.
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