Lockerbie, por fin
CON LA entrega por Gaddafi a la ONU de los dos sospechosos libios del atentado de Lockerbie -270 muertos como consecuencia de la explosi¨®n sobre Escocia del vuelo 103 de Pan Am entre Londres y Nueva York, el 21 de diciembre de 1988- se inicia el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una tragedia que conmovi¨® al mundo. Para Libia, el gesto supone el final de las sanciones de la ONU que desde 1992 pesaban sobre el r¨¦gimen de Gaddafi. Para los familiares de las v¨ªctimas, la esperanza, a estas alturas m¨¢s simb¨®lica que real, de que se acabe haciendo justicia sobre un hecho que ha permanecido una d¨¦cada apresado en la inextricable mara?a de las relaciones entre Gobiernos enemigos.El juicio sin precedentes que se desarrollar¨¢ en Holanda -tres jueces escoceses se sentar¨¢n en una base abandonada de EE UU cerca de Utrecht, que se convertir¨¢ temporalmente en suelo brit¨¢nico- es la conclusi¨®n de ocho a?os de negociaciones; desde que en 1991, y tras 12.000 interrogatorios de investigadores estadounidenses y brit¨¢nicos (pa¨ªses a los que pertenec¨ªa la mayor¨ªa de las v¨ªctimas), Washington y Londres acusaran formalmente de la matanza a dos libios pertenecientes a los servicios secretos. Tr¨ªpoli se neg¨® a la extradici¨®n primero y exigi¨® despu¨¦s un terreno neutral. Estadounidenses y brit¨¢nicos han abdicado de su sostenida exigencia de un juicio en su territorio.
El compromiso materializado ayer con la entrega de los sospechosos es un tard¨ªo triunfo de la diplomacia. Pero sobre todo, en el caso libio, es fruto de la necesidad. Las cosas han cambiado mucho desde los a?os ochenta, cuando Tr¨ªpoli abanderaba cualquier causa antiimperialista. Gaddafi dirige un pa¨ªs de cinco millones de personas al que las sanciones de la ONU -reforzadas en 1993, y que van del embargo a¨¦reo al de armamento, pasando por la congelaci¨®n de activos financieros y la subexplotaci¨®n petrol¨ªfera- han costado casi tres billones de pesetas, seg¨²n las estimaciones conservadoras del Banco Mundial. El desplome de los ingresos por petr¨®leo ha hecho el resto para poner fin al drama, aunque sea con 11 a?os de retraso.
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