Tormento

LA HUELGA de pilotos de Iberia ha perturbado gravemente las vacaciones de miles de ciudadanos que o bien tuvieron que cancelar sus billetes ante la reducci¨®n dr¨¢stica del n¨²mero de vuelos provocada por la huelga o bien resultaron atrapados en los aeropuertos por las cancelaciones de vuelos y los innumerables retrasos causados por ella. La Semana Santa de 1999 ha sido, con mucho, la m¨¢s ca¨®tica e irritante de los ¨²ltimos a?os para los ciudadanos que eligieron el avi¨®n para desplazarse a sus lugares de descanso. Despu¨¦s de 10 d¨ªas de tormento infligido a los viajeros y de nueve jornadas de negociaci¨®n, el sindicato de pilotos de Iberia no ha avanzado un paso para acabar con el conflicto. La situaci¨®n se parece cada vez m¨¢s a una mascarada montada simplemente para castigar a los usuarios y demostrar el poder que tienen los pilotos para causar da?os catastr¨®ficos en los aeropuertos de todo el pa¨ªs.El problema de la huelga de pilotos ha dejado de ser laboral y se ha convertido en un preocupante desaf¨ªo pol¨ªtico. Iberia es todav¨ªa una empresa con capital p¨²blico y el servicio en los aeropuertos es responsabilidad de empresas tambi¨¦n p¨²blicas, como AENA. Una vez conocida y contrastada durante a?os la irresponsabilidad del SEPLA -un sindicato capaz de convocar una huelga para evitar que, a efectos de la declaraci¨®n de impuestos, se contabilicen como renta en especie de los pilotos los viajes gratuitos que realizan a cuenta de Iberia-, corresponde al Ministerio de Fomento, al de Industria y a Iberia prever y solucionar un problema que los ciudadanos est¨¢n hartos de aguantar cada a?o. A pesar de que existe una responsabilidad pol¨ªtica evidente, ning¨²n cargo ha dimitido por la incapacidad de los gestores p¨²blicos para solucionar el sinsentido de esta huelga, que ha atormentado a los espa?oles durante 10 d¨ªas.

El ministro de Fomento, el de Industria y el presidente de Iberia (?estaban de vacaciones?) deben tomar nota de que alguna vez han de responder a las exigencias pol¨ªticas de sus cargos. Es imprescindible y urgente que se resuelva, en los t¨¦rminos legales y democr¨¢ticos que correspondan, el problema que plantea de forma sistem¨¢tica el sindicato de pilotos para el correcto funcionamiento del transporte a¨¦reo y el bienestar de los viajeros. Arias-Salgado, Piqu¨¦ e Irala han fracasado con estr¨¦pito. Los ciudadanos no han de soportar que sus pr¨®ximas vacaciones, las del verano, se vean de nuevo amargadas por la comedia bufa que para escarnio de todos se ha montado el SEPLA.