Un ataque de la OTAN destruye un barrio residencial y causa la muerte de una docena de civiles
"Murieron mis vecinos, dos aqu¨ª y dos all¨ª", relata un testigo del ataque en Aleksinac, a 200 kil¨®metros de Belgrado
ENVIADO ESPECIALLa guerra sac¨® a relucir su rostro horrible en el d¨ªa 14? de ataques de la OTAN contra Yugoslavia. En la noche del lunes, en la ciudad serbia de Aleksinac, de unos 20.000 habitantes, situada 200 kil¨®metros al sureste de Belgrado, las bombas mataron a una docena de civiles, seg¨²n fuentes oficiales del Gobierno serbio, y dejaron heridos a m¨¢s de 20. Adem¨¢s, las bombas destruyeron unas 20 casas y dejaron dos calles arrasadas casi por completo. A primera hora de la tarde de ayer, Aleksinac se encontraba todav¨ªa sumida en la desolaci¨®n y el llanto de los afectados, que buscaban rescatar alguno de sus enseres entre las ruinas de las casas derrumbadas por las bombas. La OTAN ha reconocido que se pudo cometer un "error".
A las 21.40 del lunes se acab¨® la precisi¨®n en los ataques de la OTAN. Las bombas cayeron sobre dos calles habitadas por ciudadanos de a pie, sin nada que ver con los militares yugoslavos o la polic¨ªa serbia. La acci¨®n de guerra parece carente del menor sentido, desde el punto de vista militar. La ¨²nica explicaci¨®n posible ser¨ªa la proximidad de un cuartel del Ej¨¦rcito yugoslavo que, sin duda a estas alturas, se encontraba ya vac¨ªo.A Aleksinac le llaman en Yugoslavia "la ciudad de las viudas y hu¨¦rfanos". Sus minas de carb¨®n son peligrosas y all¨ª se producen muchos accidentes mineros. En 1989 murieron 92 mineros en el peor de todos los accidentes. Ahora, Aleksinac entrar¨¢ en la historia de los horrores de esta guerra por haber sido escenario del primer bombardeo grave contra la poblaci¨®n civil.
En la calle Dusana Trivunca, unas 10 casas de un lado est¨¢n destruidas casi por completo, y las de la acera de enfrente, muy da?adas. Una se?ora mayor, Kosovka Simonovic, explica: "Mi casa qued¨® destruida ayer sobre las nueve y media de la noche. Est¨¢bamos sentados aqu¨ª y o¨ªmos los aviones. Mi hija y un amigo suyo salieron y regresaron gritando: "?R¨¢pido, los aviones!". Mi nieto estaba en el lavabo y yo le llamaba, pero la bomba explot¨®. Como yo estaba junto a la puerta, puse el cuerpo para que nada cayera sobre ¨¦l. Se oyeron tres bombas. No s¨¦ si hubo m¨¢s. De mi familia, nadie est¨¢ herido, pero el amigo de mi hija se qued¨® en la calle y est¨¢ herido. Murieron mis vecinos, dos aqu¨ª y dos all¨ª. La explosi¨®n fue fort¨ªsima. Mi nieto me llev¨® al s¨®tano y, a partir de ese momento, ya no s¨¦ nada. Al salir del s¨®tano vi la casa de Sofija en llamas". Sofija Radojicic, de 79 a?os, y su marido, Jovan, de 73, se encuentran entre los muertos del bombardeo.
Un ruido horrible
Unos metros m¨¢s all¨¢, Zora Milikovic, una dise?adora de modas de 40 a?os, relata: "Conozco a los muertos de esas dos casas. En ese edificio situado detr¨¢s de m¨ª no se sabe cu¨¢nta gente qued¨® atrapada. Hay muertos tambi¨¦n del lado del mercado. O¨ªmos las sirenas, pero no nos dio tiempo a escondernos. Hab¨ªa un ruido horrible, deb¨ªan ser unos cinco o seis aviones, y apenas salimos a la puerta. Yo me desmay¨¦ unos 15 minutos y, al volver en m¨ª, me di cuenta de estas heridas en mi brazo y una pierna. Estoy embarazada de cuatro meses y estoy sangrando. No s¨¦ c¨®mo acabar¨¢ el embarazo. Aqu¨ª no hay refugios. ?Ad¨®nde pod¨ªamos ir? Debajo de la mesa o detr¨¢s de la puerta. Acaban de sacar dos muertos de esa casa. Era horrible".En lo que queda de la casa de enfrente se desarrollan escenas desgarradoras. Dos mujeres escarban en los escombros de lo que fue la casa de sus padres en medio de sollozos. Recogen un equipo port¨¢til de m¨²sica destrozado y, m¨¢s all¨¢, una copa entera o un florero que no se rompi¨®. Una de ellas, Novka Zdravkovic, se pregunta entre sollozos: "?C¨®mo quieren que sea fuerte? ?Qu¨¦ le digo a Clinton? ?Acaso era ¨¦ste un objetivo militar? No me ha quedado ni el recuerdo de mi madre".
La mujer se dirige a un teniente coronel del Ej¨¦rcito yugoslavo y le pide que se lleve a los periodistas: "Ll¨¦venselos. Le ruego que se los lleven. Estamos enterrando a mis padres y vosotros lo convert¨ªs en un circo. Los encontramos con las cartas en la mano. Estaban jugando a las cartas". El militar abraza a la mujer. Se advierte que el soldado pugna con las l¨¢grimas.
"Alumnos de Hitler"
Iv¨¢n Zdravkovic, un jubilado de 58 a?os, es el marido de una de las hermanas. Dice: "Ellos [los aliados] son alumnos de Hitler". Y empieza a lanzar improperios contra el secretario general de la OTAN, Javier Solana, al descubrir la nacionalidad del periodista. Explica luego en alem¨¢n que trabaj¨® en Suiza con muchos espa?oles, con los que ten¨ªa muy buenas relaciones.Milivoje Petrovic relata: "O¨ªmos las explosiones, pero pensamos que era mucho m¨¢s lejos, porque aqu¨ª ya bombardearon una vez hace d¨ªas y no hay objetivos militares, ni siquiera industria. Todo dur¨® unos 10 minutos. Clinton, que se suicide y a escondidas, porque no quiero verlo ni muerto. Hitler no bombardeaba Aleksinac".
Javorca Ilic, una mujer de 65 a?os, se encuentra presa de gran agitaci¨®n y, en medio de sollozos y l¨¢grimas, lanza una catarata de palabras que salen sin parar de su boca, al mismo tiempo que aumenta su excitaci¨®n: "La [secretaria de Estado de EEUU, Madeleine] Albright se educ¨® aqu¨ª y ahora dice que no le importa que mueran 500 ni?os para cumplir su objetivo. D¨ªgame usted: ?es correcto que sobrevivan los m¨¢s fuertes? ?Y los dem¨¢s? ?Que se mueran todos? No es verdad que no pod¨ªamos vivir juntos. Yo tengo en mi familia h¨²ngaros, rumanos y albaneses, y viv¨ªamos en paz. En la ¨²ltima guerra, los alemanes mataron a mi padre y echaron a mi hermano de tres meses al fuego, pero ellos eran mejor que ¨¦stos. Hitler no hizo ni una parte de lo que hace esta canalla americana. Somos un pueblo peque?o, pero de gran coraz¨®n. Nunca quisimos nada de nadie. ?Por qu¨¦ nos hacen esto?".
[El general de brigada brit¨¢nico David Wilby, uno de los responsables militares de la Alianza y portavoz aliado, reconoci¨® ayer que "se pudo cometer un error" en el ataque a Aleksinac, que atribuy¨® a un defecto en el sistema de guiado del misil, informa la agencia France Presse.
La OTAN habl¨® de la muerte de cinco civiles y dijo que el objetivo era bombardear los cuarteles de la ciudad. Un responsable del Pent¨¢gono dijo que "las primeras informaciones indicaban que uno de los proyectiles cay¨® al lado de su objetivo". Es la primera vez, desde el inicio del ataque aliado, hace dos semanas, que la Alianza reconoce haber provocado la muerte de civiles].
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