El teatro de la Comedia se somete a su primera reforma en 125 a?os

En sus casi 125 a?os de existencia, el teatro de la Comedia tan s¨®lo vio una vez obras de alba?iler¨ªa en su interior, y fueron para remediar las consecuencias del incendio que lo arras¨® en 1915. Desde entonces, ni un m¨ªsero lavado de cara. El nuevo empresario de este local, el Ministerio de Cultura, lo acaba de convertir en sede de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico. Por eso ser¨¢ necesario poner en marcha un plan para su rehabilitaci¨®n. Las obras se har¨¢n en tres etapas veraniegas de cinco meses.

Algunos se?alan a la gran actividad que ha tenido siempre este hist¨®rico local como una de las razones por las que se ha abandonado tanto su cuidado. "Era uno de los teatros que m¨¢s gustaba a los madrile?os. Ha tenido tanta actividad que nunca se han preocupado de cerrar para arreglarlo. Ha sufrido mucho", declara Andr¨¦s Pel¨¢ez, director del Museo Nacional del Teatro. El paso del tiempo por el teatro de la Comedia se nota en las goteras del techo o en sus pinturas, en las viejas butacas, en los camerinos y, sobre todo, en el escenario, al que habr¨¢ que someter a un buen cambio y adaptarlo a las necesidades t¨¦cnicas de la escena de hoy.Las obras, que comenzar¨¢n el pr¨®ximo mes de junio, no entorpecer¨¢n su actividad porque se efectuar¨¢n durante los meses de verano, cuando la compa?¨ªa est¨¢ de gira y apenas hay oferta teatral en Madrid. El vest¨ªbulo se agrandar¨¢, sus camerinos se adecentar¨¢n. El triste estado de estos espacios se debe, en parte, a un despiste de Agust¨ªn Ortiz de Villajos, el arquitecto que firm¨® el proyecto: no los incluy¨® en los planos porque pensaba que los c¨®micos iban vestidos y maquillados al teatro desde sus casas. Luego hubo que ubicarlos a duras penas. Se restaurar¨¢ la pintura del techo, para lo que se seguir¨¢n las directrices de un documento que especifica c¨®mo eran las originales. Se arreglar¨¢ tambi¨¦n el tel¨®n de embocadura. Se limpiar¨¢n los negros, los dorados y se restaurar¨¢n los estucos. Las butacas del p¨²blico no se librar¨¢n de esta operaci¨®n de limpieza y saneamiento. Ni el suelo. Su ac¨²stica, en cambio, seg¨²n los expertos, es inmejorable.

Rafael P¨¦rez Sierra, el director de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, tiene claro que las obras no cambiar¨¢n el aspecto de la sala. "El teatro tiene que estar igual, pero nuevo. Todo tendr¨¢ m¨¢s l¨®gica. Queremos mantener la est¨¦tica de la ¨¦poca en que se construy¨®", se?ala P¨¦rez Sierra.

Antes del Ministerio de Cultura (que lo compr¨® el pasado febrero por 600 millones) y de la familia Garc¨ªa-Escudero (que lo vendi¨®) fue empresario del teatro de la Comedia Jacinto Benavente. La actriz Mar¨ªa Guerrero tuvo en ¨¦l sus primeros ¨¦xitos. Debut¨® en su escenario Margarita Xirg¨², la musa de Lorca. El empresario Jos¨¦ Tamayo tambi¨¦n puso sus ojos en ¨¦l y lo regent¨® tras la guerra civil.