Jalabert controla y Pantani se asoma
Ciclismo de dos velocidades -como insin¨²an los franceses- o no, lo cierto es que en la Vuelta al Pa¨ªs Vasco siempre trabajan y se descuelgan los mismos. Y todo de forma programada: el ONCE-Deutsche Bank del l¨ªder Jalabert embraga y por detr¨¢s, salta la mayor¨ªa. Como ayer, en una tachuela breve y de porcentajes irrisorios que sirvi¨® para adelgazar notablemente el grupo y para constatar que Pantani participa en la ronda. No importa qu¨¦ movimientos sufra la carrera. El equipo dirigido por Manolo S¨¢iz siempre ve razones para ocupar la cabeza del grupo: trabaja para colocarse en superioridad y no tener que trabajar, pero siempre se encuentra con que quien tiene que remangarse se sonroja, as¨ª que vuelve a colocarse el mono para que la prueba no se convierta en feria de barrio. Es su estilo. Es su cruz. Porque ayer (aunque pasa casi siempre) ninguno se movi¨® y a todos complaci¨® que Txente Garc¨ªa Acosta acumulara siete minutos de ventaja en los primeros 60 kil¨®metros. Ap¨¢ticos, la veintena de implicados desestim¨® de entrada la posibilidad de aventurarse sin gu¨ªa por un trazado de toboganes. Resultaba m¨¢s seguro y menos sufrido viajar en grupo de la mano del ONCE. As¨ª, mientras unos trabajaban (lo dicho, como siempre), el resto sesteaba. Total, d¨ªa redondo para Jalabert y Rebellin, que tendr¨¢ que decidir c¨®mo y donde distanciar al l¨ªder. Entre los no concernidos por la carrera, Txente Garc¨ªa fue probablemente el ¨²nico satisfecho. Entre el kil¨®metro 10 y el 175 complet¨® un perfecto entrenamiento de calidad, acumulable para futuras citas. El corredor del Banesto (26 a?os), muy esperado por su enorme potencial, rescat¨® medianamente del tedio una jornada que s¨®lo se anim¨® a 20 kil¨®metros del final. En el alto de Beci, un tercera categor¨ªa anecd¨®tico, enloqueci¨® el Telekom, aceler¨® para B?lts, lo asfixi¨®, desapareci¨® y tom¨® el relevo Etxeberria, compa?ero de Jalabert. Entre apretones de dientes, sacudidas a los pedales y mirada al frente, el menudo corredor (su director suele llamarle cari?osamente Txiki) complet¨® una limpieza met¨®dica que descolg¨® al 85% del pelot¨®n, su compa?ero Olano inclu¨ªdo. Pantani sigui¨® en primera fila, pa?uelo y todo, los esfuerzos de Etxeberria. No cambi¨® su papel de observador. Su rol en esta vuelta sigue siendo una inc¨®gnita pendiente de su car¨¢cter: si le acompa?an las sensaciones y encuentra un terreno de expresi¨®n, osar¨¢. No falt¨® ning¨²n notable entre la veintena de rescatados, que resolvieron en grupo la llegada. Aqu¨ª, el italiano Figueras (Mapei) se anot¨® el tercer triunfo de su carrera, despu¨¦s de estrenarse este a?o en la Semana Catalana. Figueras, segundo a?o en la ¨¦lite, protagoniz¨® en el Mundial aficionado de Lugano (1996) uno de los episodios m¨¢s emotivos para el ciclismo italiano: se impuso acompa?ado por los tambi¨¦n italianos Sgambelluri y Sironi. Por aqu¨ª, ilusionan dos corredores del Euskaltel aferrados a la cabeza. Para Bingen Fern¨¢ndez y Txema del Olmo cada jornada es una aventura. Para el resto, una monoton¨ªa.
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