El antrop¨®logo Manuel Delgado gana el Anagrama con una vindicaci¨®n de la calle
Miguel Dalmau, finalista del premio con un ensayo sobre los Goytisolo
Una obra de antropolog¨ªa ha ganado por primera vez el Premio Anagrama de Ensayo, cuya 27? edici¨®n se fall¨® ayer. El animal p¨²blico, del antrop¨®logo Manuel Delgado, propone un cambio en la disciplina para afrontar el estudio de los espacios p¨²blicos como lugar donde se manifiesta una parte esencial del ser humano. El libro es especialmente una vindicaci¨®n de la calle, espacio de la desesperaci¨®n y la soledad, pero tambi¨¦n de la emancipaci¨®n y el amor. Finalista del premio ha quedado el cr¨ªtico y escritor Miguel Dalmau con un ensayo sobre los Goytisolo.
El editor Jorge Herralde destac¨® ayer la satisfacci¨®n del jurado por la elevada calidad de las nueve obras que pasaron a la deliberaci¨®n final, y especialmente de la ganadora y la finalista, cuyo orden se resolvi¨®, dijo, tras apretada votaci¨®n. Destac¨® Herralde el hecho de que se premia por primera vez un texto de antropolog¨ªa y record¨® que Anagrama tuvo un peso significativo en la disciplina en los a?os setenta gracias a la colecci¨®n que dirigi¨® Josep Ramon Llobera. Resalt¨® Herralde el car¨¢cter pionero de la obra de Delgado y su tono apasionado, "atravesado por r¨¢fagas fulgurantes de lirismo libertario". En cuanto a Los Goytisolo, remarc¨® el inter¨¦s de un estudio sobre la saga familiar que es fruto de una paciente documentaci¨®n, "una masa de material que ha sido encauzada con vigor narrativo hasta el punto de que se lee como una novela". Dijo que hab¨ªan proyectado presentar el libro -que Anagrama ten¨ªa previsto publicar independientemente de que ganara el premio- en mayo con los tres hermanos, Luis, Juan y Jos¨¦ Agust¨ªn, cosa que ha impedido la reciente muerte de este ¨²ltimo.Por su parte, Delgado (Barcelona, 1956) dijo que durante mucho tiempo se ha circunscrito la antropolog¨ªa al gueto disciplinar y al t¨®pico del estudio de los pueblos ind¨ªgenas, de unas poblaciones id¨ªlicas y remotas. "Los antrop¨®logos nos hemos dedicado demasiado tiempo a pescar peces muertos", sintetiz¨®.
Reivindic¨® que la antropolog¨ªa debe enfrentarse de manera eficaz a nuestra sociedad urbana, entre cuyas caracter¨ªsticas esenciales, apunt¨®, est¨¢n la inestabilidad, la imprevisibilidad y cierta incoherencia. "Ya no podemos solucionarlo todo diciendo: "Ll¨¦vame a ver a tu jefe", recalc¨®.
Se?al¨® que en nuestra sociedad la antropolog¨ªa debe estudiar los espacios p¨²blicos -"donde se mueve el animal p¨²blico"-, y especialmente la calle. Describi¨® con arrebato la calle como un lugar fascinantemente inestable e imprevisible, con enamorados, polic¨ªas, revoluciones y estampidas. ?C¨®mo puede enfrentarse la antropolog¨ªa a ese mundo complejo?, se pregunt¨®. Y se respondi¨®: Con saberes muy poco disciplinares, como la poes¨ªa, el cine -el trayecto en Vespa de Caro diario es sumamente antropol¨®gico en cuanto a explicaci¨®n de la vida- y la literatura. Tambi¨¦n, parad¨®jicamente, con herramientas de la propia tradici¨®n antropol¨®gica can¨®nica. Hay que pensar que la antropolog¨ªa ha estudiado siempre esos momentos en que la sociedad se pone entre par¨¦ntesis, en suspenso: los ritos de paso, los fen¨®menos de posesi¨®n, el chamanismo, el trance... Puede parecer ins¨®lito hablar de trance en nuestra sociedad, en el espacio urbano, en la calle, pero ah¨ª est¨¢ el transe¨²nte, siempre en trance, en ese rito de paso en que uno no es nada, ni una cosa ni otra".
Cuestion¨® Delgado la denominaci¨®n y el concepto mismo de tribus urbanas, "invento ¨²til para la polic¨ªa", y dijo que su libro es combativo en la lucha por el libre acceso al espacio p¨²blico, por el derecho a estar en la calle sin dar explicaciones.
De Los Goytisolo, Dalmau (Barcelona, 1957) se?al¨® un factor personal en las razones por las que ha abordado su vida: "Llega un momento en que te das cuenta de que de casi todo hace ya veinte a?os, intentas recuperar un espacio y una cultura en la que se desarroll¨® tu formaci¨®n, y ah¨ª los Goytisolo ocupaban un importante lugar. Generacionalmente", dijo, "no eran nuestros padres, ni nuestros hermanos, sino unos t¨ªos lejanos, inconformistas, brillantes, incomprendidos". Explic¨® que la muerte de Jos¨¦ Agust¨ªn no le ha obligado a cambiar nada del libro, que acaba con la muerte de Franco (aunque hay algunos excursos que alcanzan al 92 y m¨¢s adelante), excepto un ep¨ªlogo.
Dijo el autor que los hermanos han colaborado con el mismo rigor en el libro, aunque siempre desde sus diferentes puntos de vista y personalidades. "Alguno, como Jos¨¦ Agust¨ªn, ten¨ªa una lidia m¨¢s f¨¢cil, agradecida. Otros no respond¨ªan a este perfil, pero todos me han ayudado. Aunque en alg¨²n caso tuve que calentar banquillo un a?o y medio como penitencia por tratar con el otro". Apunt¨® que la relaci¨®n entre los Goytisolo ha sido complicada, con conflictos en t¨¦rminos de psicoan¨¢lisis freudiano, "desde 1931 hasta hace 15 d¨ªas, pero la edad madura les ha dado una actitud bastante contemporizadora. Yo he tenido acceso a una correspondencia privada dur¨ªsima, por ejemplo. He procurado limar asperezas, para no dar un color amarillista al libro, pero un lector inteligente o malintencionado va a ver que todo eso est¨¢ ah¨ª".
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