Se expone en Pamplona una completa muestra de la obra de Ram¨®n Casas
El impresionismo espa?ol existi¨® como movimiento art¨ªstico diferenciado fundamentalmente en Catalu?a, y as¨ª lo demuestra el trabajo pict¨®rico del barcelon¨¦s Ram¨®n Casas (1866-1932) de quien puede verse desde ayer una amplia exposici¨®n en Pamplona. Son 53 obras (¨®leos, dibujos al cart¨®n, carbones, pinturas aguadas y carteles) representativas de la evoluci¨®n de uno de los primeros vanguardistas de la pintura espa?ola, gran cartelista y uno de los mejores dibujantes de todos los tiempos.
Ram¨®n Casas fue un pionero que a los diecis¨¦is a?os estaba ya instalado en Par¨ªs buscando romper con la pintura del XIX. Parad¨®jicamente, fue Carolus Duran quien le inculc¨® all¨ª su extraordinaria admiraci¨®n por Vel¨¢zquez. Una admiraci¨®n que sigui¨® cultivando en Granada y Madrid hasta su nuevo regreso a Par¨ªs. La exposici¨®n que ayer present¨® Caja de Ahorros de Navarra en la sala de arte Castillo de Maya de Pamplona, y que estar¨¢ abierta hasta el 16 de mayo, es una perfecta muestra de su creaci¨®n. Ya plenamente integrado en las t¨¦cnicas impresionistas, Casas desarroll¨® su fuerte personalidad. Cuadros elegantes en la forma, espont¨¢neos y directos, con suaves cromatismos. En poco tiempo fue considerado el principal impulsor del arte modernista catal¨¢n, hacia el que evolucionaron coet¨¢neos como Santiago Rusi?ol o Joaquim Mir. Casas mostr¨® tambi¨¦n gran inter¨¦s por impulsar la creaci¨®n pict¨®rica de otros artistas noveles y a ello contribuy¨® con el apoyo econ¨®mico y art¨ªstico del local barcelon¨¦s Els quatre gats, donde j¨®venes artistas, admiradores del arte libre de Casas, expusieron sus obras. Fernando Franc¨¦s, comisario de la exposici¨®n ha ordenado los lienzos seg¨²n periodos creativos, sin olvidar la profundidad de la psicolog¨ªa humana de sus m¨²ltiples retratos, tan demandados por la burgues¨ªa catalana; su maestr¨ªa publicitaria como cartelista (An¨ªs del Mono, 1898; Champagne Codorniu; Cigarrillos Par¨ªs, 1901), o su melifuo intimismo a la hora de captar a unas mujeres en quehaceres cotidianos y que nunca miran al pintor a la cara. Casas pint¨® por igual elaborados retratos de mujeres (sus personales chulas) que monjas, dibujos y carboncillos de coristas y prostitutas tomados en los recintos noct¨¢mbulos en los que se desenvolv¨ªa, retratos de influyentes personajes y dibujos de p¨ªcaros de la far¨¢ndula. Tambi¨¦n paisajes de Tamarit (Tarragona) en los que busc¨® soluciones a juegos de luz y espacios que son manchas de color precursoras de futuras vanguardias, e interiores en los que Julia Peraire, mujer de gran belleza con la que se relacion¨® posa en ambientes de una gran sensualidad.
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