La magia de la televisi¨®n

El bueno de Rogelio, un hombret¨®n castellano, hab¨ªa pasado toda su vida en el pueblo, rodeado por seis cabras, un perro, diez gallinas, dos gatos y dos docenas de conejos. Quienes le conoc¨ªan le envidiaban porque parec¨ªa feliz lejos del mundanal ruido; en la soledad de sus largas noches escuchaba una vieja radio, nunca hab¨ªa le¨ªdo un peri¨®dico, nunca hab¨ªa visto la televisi¨®n. Sus vecinos lo hab¨ªan conocido siempre embutido en una enorme boina que parec¨ªa pegada a su cabeza; le tapaba sus pobladas cejas y descansaba sobre sus flamantes orejas; se?a de identidad, prolongaci¨®n de su cabeza, a veces incluso dorm¨ªa con ella.Fue muy doloroso descubrir una ma?ana que su boina hab¨ªa desaparecido, se sinti¨® desnudo y qued¨® sumido en una depresi¨®n que dur¨® tres d¨ªas, justo el tiempo que tard¨® una cadena de televisi¨®n en ponerse en contacto con ¨¦l, ?la hab¨ªan encontrado!, ?quer¨ªan darle una gran sorpresa!, ?lo ver¨ªa toda Espa?a!, ?lo envidiar¨ªan todos! Nunca supo c¨®mo su boina pudo llegar tan lejos, dud¨® entre convertirse en personaje conocido o seguir gozando de su anonimato, finalmente renunci¨® a la boina y sigui¨® siendo feliz; gracias a la magia de la televisi¨®n se vio liberado de un gran peso, nunca se lo agradecer¨¢ bastante.-