Los pioneros del cine vasco
Aunque trabajar en Hollywood pueda parecer ahora un salto casi al abismo, -que en el Pa¨ªs Vasco s¨®lo se ha atrevido a dar en estos ¨²ltimos a?os Alex de la Iglesia-, en los primeros d¨ªas del celuloide, los que el historiador Koldo Larra?aga llama "los tiempos heroicos", fueron varios los directores, actores y actrices que cruzaron el oc¨¦ano Atl¨¢ntico y se hicieron un nombre en la meca del cine. Desde Juan de Landa a Conchita Montenegro, sin olvidar a Henri D"Abbadie o Polidor o el promotor Juan de Ajuria, todos ellos tienen su peque?o hueco biogr¨¢fico en la exhaustiva recopilaci¨®n del citado Koldo Larra?aga y Enrique Calvo en Lo vasco en el cine (las personas). El cine lleg¨® al Pa¨ªs Vasco de la mano de aventureros con buena intuici¨®n como Antonio Salinas o Juli¨¢n de Ajuria que vieron las posibilidades de aquel invento que ven¨ªa de Francia, heredero de las cajas m¨¢gicas y otros instrumentos para poner en marcha im¨¢genes en movimiento. Juli¨¢n de Ajuria, el introductor de la Paramount en Espa?a, comenz¨® como explicador de pel¨ªculas de cines mudo en Buenos Aires. Y es que Argentina y, en general, el resto de los pa¨ªses sudamericanos, aparecen como significativos en la biograf¨ªa de todos los pioneros. Como es el caso del en su tiempo c¨¦lebre Juan de Landa, bautizado como Juan Pis¨®n Pagoaga Landa, que emigr¨® en 1912 a Paraguay, donde resid¨ªan sus dos hermanas. Despu¨¦s de varios viajes entre uno y otro continente (lleg¨® hasta Roma donde quiso dedicarse a la ¨®pera), recal¨® en California en 1929 donde comenz¨® trabajando de agricultor de d¨ªa mientras estudiaba ingl¨¦s por las noches. Con ello entr¨® en el mundo del cine este actor natural de Motriku que obtuvo su mayor triunfo con la r¨¦plica en espa?ol de El presidio que protagonizara en ingl¨¦s Wallace Beery. Y es que en aquellos a?os heroicos no hab¨ªa doblaje y las pel¨ªculas ten¨ªan versiones con diferentes actores seg¨²n el idioma en que se rodaba. Esta fue una de las claves para que accedieran a la industria hollywoodense j¨®venes actrices como Conchita Montenegro o Carmen Larrabeiti. La primera, llamada realmente Concepci¨®n Andr¨¦s, todav¨ªa vive en San Sebasti¨¢n, completamente retirada del mundo del espect¨¢culo en el que comenz¨® como bailarina despu¨¦s de estudiar en la Escuela del Teatro de la ?pera de Par¨ªs. La bilba¨ªna Carmen Larrabeiti tambi¨¦n cruz¨® el Atl¨¢ntico, para trabajar para la Paramount en Joinville y para la Fox en Hollywood. En aquellos a?os treinta lleg¨® a coprotagonizar pel¨ªculas con Jos¨¦ M¨®jica, gal¨¢n de la ¨¦poca de procedencia mexicana que m¨¢s tarde abandonar¨ªa la carrera cinematogr¨¢fica para abrazar la eclesi¨¢stica. El partenaire de otra actriz vasca que emigr¨® a Hollywood fue otro latinoamericano, que se mantiene en el recuerdo en los albores del siglo XXI: Carlos Gardel. Con ¨¦l apareci¨® en las pantallas la vitoriana (nacida en la popular calle Cuchiller¨ªa) Gloria Guzm¨¢n en Luces de Buenos Aires. Aquella racha de emigraciones a Hollywood termin¨® con la aparici¨®n del doblaje, mucho m¨¢s barato para la industria cinematogr¨¢fica y que supuso la llegada del monopolio de los galanes anglosajones al cine. A partir de entonces, ser¨ªan los llamados t¨¦cnicos quienes se abrieran camino en la jungla de la industria del cine. Y tambi¨¦n hubo quien no sali¨® casi de casa porque no lo necesitaba. Fue el caso de los hermanos Azcona, autores de la primera pel¨ªcula vasca que se conserva ¨ªntegra, El mayorazgo de Basterretxe. O el de Nemesio Sobrevila, pionero donde los haya, que en 1926 realiz¨® el filme El sexto sentido, adelanto vanguardista que pon¨ªa de manifiesto los peligros de la manipulaci¨®n a trav¨¦s de la imagen cinematogr¨¢fica. Se le recuerda por su direcci¨®n del documental Guernika, financiado por el Gobierno vasco en el exilio al comenzar la II Guerra Mundial. Aunque en el campo del documental, el pionero en realidad fue Manuel de Intxausti, autor de Eusko ikusgayak, serie de pel¨ªculas en 335 mil¨ªmetros que recogen aspectos de la cultura vasca.
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