La tercera oportunidad
La renuncia del presidente argelino, el ex general Liam¨ªn Zerual, sorprendi¨® el pasado septiembre con el paso cambiado a un r¨¦gimen habituado a dar la voz de mando, que se vio obligado a improvisar un candidato para unas presidenciales anticipadas. Buteflika tiene ahora su tercera oportunidad: en 1978 fue descartado en beneficio del coronel Chadli Benyedid y en 1994 rechaz¨® ocupar la presidencia por un periodo de transici¨®n.No parece el mejor momento. A pesar de que se ha mejorado la seguridad en las ciudades, los recuentos de la prensa reflejan un goteo diario de terror en zonas rurales. Y la crisis social no toca fondo: 400.000 despidos en el sector p¨²blico, una tasa de paro del 30% y el desplome del precio del petr¨®leo, que junto al gas supone el 96% de las exportaciones.
La sociedad est¨¢ desencantada. La escasa afluencia a las urnas en los consulados de Argelia en Europa as¨ª parece indicarlo. En las anteriores presidenciales, en 1995, los electores residentes en Francia acudieron en masa a los consulados para apoyar la esperanza de cambio que promet¨ªa Zerual.
Un sondeo publicado por El Watan asigna a Buteflika un tercio de los votos y la posibilidad de la mayor¨ªa absoluta en primera vuelta si los indecisos, un 25%, le apoyan. Pero le han salido dos competidores. Y un tercero que parece haber quedado atr¨¢s. Los tres proceden de la guerra de liberaci¨®n.
El ex primer ministro, Mulud Hamruch, de 55 a?os, fue responsable de la apertura pol¨ªtica a finales de los ochenta. Encabeza el sector reformista del Frente de Liberaci¨®n Nacional y es partidario del di¨¢logo con los islamistas. Es el mejor situado para desafiar a Buteflika .
Ahmed Taleb Ibrahimi, de 67 a?os, fue ministro de Exteriores. Como responsable de Educaci¨®n, defendi¨® la arabizaci¨®n del pa¨ªs y est¨¢ considerado el candidato no declarado del Frente Isl¨¢mico de Salvaci¨®n, que le propuso en 1991 como jefe de Gobierno.
Hoc¨ªn Ait Ahmed, de 72 a?os, es uno de los pocos supervivientes de los dirigentes de la independencia. Sus convicciones democr¨¢ticas y su defensa de los bereberes le costaron largos exilios. El pasado d¨ªa 3 sufri¨® un ataque card¨ªaco que le retiene en Suiza.
Los otros tres aspirantes -el islamista moderado Abdal¨¢ Yabal¨¢, el ex primer ministro Mokdad Sifi y el comandante de los ex combatientes Yusef Jatib- no cuentan.
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