Buteflika promete la reconciliaci¨®n en Argelia si gana las presidenciales
ENVIADO ESPECIAL, Antiguo guerrillero en la larga lucha por la independencia, ex jefe de la diplomacia de una orgullosa naci¨®n que se coloc¨® a la cabeza del Tercer Mundo, Abdelaziz Buteflika, de 61 a?os, aspira a convertirse el pr¨®ximo jueves en el primer presidente civil de Argelia elegido en las urnas. Despu¨¦s de dos d¨¦cadas de ostracismo, regresa a la escena pol¨ªtica con un llamamiento a la reconciliaci¨®n nacional. Intenta poner fin a m¨¢s de siete a?os de violencia.
Esos siete a?os han desangrado el pa¨ªs, con m¨¢s de 80.000 muertes tras el golpe militar que impidi¨® la llegada de los islamistas al Gobierno. Buteflika es el candidato favorito del r¨¦gimen, del "poder", eufemismo con el que los argelinos designan al Ej¨¦rcito. Su victoria en los comicios se da por descontado.El enviado de EL PA?S le ha seguido durante el pasado fin de semana a trav¨¦s de 5.000 kil¨®metros del sur argelino, el ¨¢rido territorio que constituye la mayor parte de un pa¨ªs casi cinco veces mayor que Espa?a, y donde s¨®lo vive el 10% de sus 30 millones de habitantes. Es el voto seguro, el que siempre es fiel al r¨¦gimen: beduinos, tuaregs, descendientes de los esclavos subsaharianos y militares y funcionarios de las ardientes provincias del S¨¢hara.
El candidato act¨²a ya como presidente, con un discurso de llamadas a la unidad nacional y la reconciliaci¨®n, y se permite citar a Voltaire, Rousseau o Montesquieu ante un auditorio de campesinos. No le faltan medios en su campa?a. Frente a las limitaciones de sus seis competidores, tiene un Boeing 737 a su disposici¨®n.
Un s¨¦quito de guardaespaldas, asesores y periodistas desembarca con Buteflika en cada aeropuerto para ser recibido con honores de jefe de Estado. A los 24 a?os fue el comandante del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional que abri¨® desde Mali el frente del desierto para incorporar el S¨¢hara a la nueva Argelia. El sur es su feudo.
En Bechar, unos 800 kil¨®metros al suroeste de Argel, hay un polic¨ªa en cada esquina al paso de su comitiva. Buteflika acaba de recibir apoyo expreso del partido islamista moderado Movimiento de la Sociedad por la Paz, que junto a la Agrupaci¨®n Nacional por la Democracia (oficialista), el Frente de Liberaci¨®n Nacional (antiguo partido ¨²nico) y la organizaci¨®n islamista Nahda acaparan cuatro quintas partes de la Asamblea Nacional Popular, elegida en junio de 1997. ?l reitera en cada mitin que es independiente, pero la prensa local le describe como el favorito del poder y s¨®lo se atreve a plantearse si ganar¨¢ por goleada en primera vuelta o deber¨¢ competir con otro aspirante el d¨ªa 29.
El polideportivo de Bechar registraba unos 3.000 asistentes en la ma?ana del viernes cuando el supuesto heredero de la era de Bumedi¨¢n comenz¨® a desgranar su discurso nost¨¢lgico: "?Os acord¨¢is cuando por un dinar daban cinco francos franceses? Hoy el franco vale 12,5 dinares". Entonces el barril de petr¨®leo costaba 40 d¨®lares, ahora no llega a 15. Al d¨ªa siguiente, sin embargo, Buteflika record¨® que Bumedi¨¢n ya hab¨ªa muerto. "Mi pa¨ªs, qu¨¦ orgulloso estaba de s¨ª mismo... ya no volver¨¢. Argelia y el mundo han cambiado: mi pa¨ªs est¨¢ destruido, mis hermanos se matan entre s¨ª, mi pa¨ªs llora y sus j¨®venes s¨®lo piensan en irse".
Buteflika no es un orador nato, pero sabe entablar un di¨¢logo eficaz con la audiencia rural. "El socialismo ha pasado a la historia, la soluci¨®n la ten¨¦is vosotros en una econom¨ªa de mercado", advierte antes de prometer en cada etapa abundante suministro de agua, una universidad y carreteras.
Lo mismo vino a decir por la noche en Adrar, 1.400 kil¨®metros al sur de Argel. "Al¨¢ es el m¨¢s grande", terci¨® oportunista, "pero todos los que matan son musulmanes, y todos los que mueren. Hay que unirse y acabar con tantas l¨¢grimas, detener el derramamiento de sangre en una Argelia ¨¢rabe, musulmana y bereber". No en todas partes tuvo igual recibimiento: en Tizi Uzu, en la Cabilia, los bereberes apedrearon su comitiva.
Muchos asistentes a los m¨ªtines de Buteflika en su gira por el S¨¢hara han sido movilizados. Algunos peri¨®dicos hablan de "excursiones" con billete de autob¨²s, 100 dinares (250 pesetas) y bocadillos. "Hemos venido con la organizaci¨®n desde nuestro pueblo, a unos 150 kil¨®metros", explicaba un joven antes de ser interrumpido por un hombre: "Las declaraciones s¨®lo puede hacerlas el jefe de la organizaci¨®n".
Dos filas de tuaregs dieron la bienvenida al candidato a la ma?ana siguiente en Tamanrasset, a 2.000 kil¨®metros de Argel. "El jueves, Abdelaziz ser¨¢ presidente", coreaban. La siguiente etapa fue Uargla. Buteflika reiter¨® una invitaci¨®n a la tolerancia: "Cada uno puede vestir como quiera, las mujeres pueden llevar minifalda si quieren, o cubrirse con un pa?uelo".
La escena se repiti¨® por la tarde en El Ued. M¨¢s de 3.000 personas le aguardaban. "Traigo un mensaje para Argelia, un pacto para la paz, para laicos o islamistas que respeten la Constituci¨®n. Los islamistas tambi¨¦n son ciudadanos, no debemos hacer diferencias. Se ha derramado demasiada sangre y nunca podremos olvidarlo. Pero la puerta est¨¢ abierta para todos los que quieren la paz: quien reconoce sus propios errores es un gran hombre". Le aclamaron.
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