La silla
En primer lugar agradezco la informaci¨®n publicada en su peri¨®dico acerca de una investigaci¨®n sobre la conocida siempre como Silla de Felipe II. Los arque¨®logos tenemos la obligaci¨®n de difundir todo aquello que pueda interesar a la sociedad, y en esta labor social el papel de la prensa como intermediaria es fundamental.Aunque espero que en el futuro habr¨¢ ocasiones de matizar para el gran p¨²blico parte de las distintas cuestiones de las que trata este trabajo, tanto de ¨¦poca antigua como de la de Felipe II, s¨ª le rogar¨ªa que publicara usted una aclaraci¨®n que estimo m¨¢s urgente en beneficio de la correcta informaci¨®n del lector: el pueblo prerromano al que sugiere podr¨ªa atribuirse el santuario rupestre que se coronar¨ªa con estos altares escalonados no ser¨ªan "los iberos" (quienes sensu strictu ocupar¨ªan m¨¢s o menos lo que solemos llamar "Pa¨ªses Catalanes"), sino los vetones, que, al rev¨¦s que los iberos, eran de muy vieja estirpe c¨¦ltica. Y de ah¨ª la denominaci¨®n de cordillera "Carpetovet¨®nica".- Departamento de Arqueolog¨ªa. Universidad Aut¨®noma.
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