Algo m¨¢s que bombas
CON CLARA unidad y determinaci¨®n, los pa¨ªses aliados de la OTAN han decidido no s¨®lo proseguir, sino reforzar los bombardeos estrat¨¦gicos en la antigua Yugoslavia y a la vez implicarse m¨¢s en las labores humanitarias. Ayer, sin embargo, tras esta unidad en la acci¨®n militar, los ministros de Exteriores, reunidos por vez primera cuando la campa?a de ataques entra ma?ana en su cuarta semana, dieron muestras de que dudaban sobre la estrategia diplom¨¢tica y pol¨ªtica a seguir. Puede ser que, como afirm¨® el secretario general Javier Solana, Milosevic "pierde y sabe que pierde". Pero, de momento, el presidente yugoslavo no ha dado su brazo a torcer. Se est¨¢ revelando como un hueso mucho m¨¢s dif¨ªcil de roer de lo que algunos preve¨ªan, aunque en Bosnia se bombardeara durante casi tres semanas antes de que Milosevic cediera.La lista de objetivos bombardeados se ampl¨ªa d¨ªa a d¨ªa no s¨®lo a unidades o instalaciones militares, sino tambi¨¦n log¨ªsticas, como refiner¨ªas o puentes, lo que afecta directamente a la poblaci¨®n. Se trata de una labor dif¨ªcil, especialmente si la OTAN pretende minimizar eso que eufem¨ªsticamente se llama "da?os colaterales", imposibles de evitar, como ayer qued¨® patente tras la destrucci¨®n de un puente cuando pasaba por ¨¦l un tren con pasajeros, si se confirma la versi¨®n de Belgrado. La OTAN sigue confiando en su estrategia militar, y no se plantea, al menos a estas alturas, una ofensiva por tierra para recuperar Kosovo: porque podr¨ªa causar muchas bajas entre sus fuerzas y, en todo caso, requerir¨ªa meses de preparaci¨®n.
Esta debilidad intr¨ªnseca de la OTAN puede ser explotada por un Milosevic que si ya es el centro del problema, con toda probabilidad pretende convertirse en parte de la soluci¨®n. De hecho, bajo la aparente unidad de los aliados sobre las cinco condiciones que tiene que aceptar Milosevic para que se detengan los bombardeos, hay, si no divisiones, dudas. Todos est¨¢n de acuerdo en exigir el fin de la violencia y la represi¨®n en Kosovo, y el regreso sin condiciones de los refugiados o deportados. Pero no est¨¢ claro si la retirada de las tropas y polic¨ªa yugoslavas de Kosovo ha de ser total o parcial. La OTAN se muestra flexible respecto a la composici¨®n de la eventual fuerza internacional que habr¨¢ de desplegarse en Kosovo, admitiendo la posibilidad de que se haga bajo bandera de la OSCE. Los aliados no tienen tampoco claro si el futuro de Kosovo debe pasar por una autonom¨ªa, una confederaci¨®n, una zona protegida, un protectorado internacional, una partici¨®n o la independencia que abiertamente pide Albania.
Hay, pues, un cierto margen de maniobra para la negociaci¨®n, y en ¨¦l se inscriben diversas iniciativas diplom¨¢ticas. Una, la de Kofi Annan, secretario general de la ONU, recibido ayer por Aznar en Madrid, y cuya figura e influencia habr¨ªa que recuperar para hacer posible la paz. O la que puede protagonizar Rusia si se consigue que vuelva a sentirse responsablemente integrada en la comunidad internacional, lo que hoy intentar¨¢ Madeleine Albright con su hom¨®logo ruso, ?gor Ivanov. Tambi¨¦n pueden surgir novedades de la cumbre de la UE de ma?ana, que inevitablemente se centrar¨¢ m¨¢s sobre Kosovo que sobre los planes de Prodi para la pr¨®xima Comisi¨®n Europea. El convencimiento de que al final habr¨¢ que negociar, aunque s¨®lo sea el fin de la guerra, sigue presente en el ¨¢nimo pol¨ªtico de los aliados, que ven, sin embargo, los problemas pr¨¢cticamente irresolubles que acarrear¨ªa tener que negociar, una vez m¨¢s, con Milosevic.
Al menos, la OTAN ya no se dedica s¨®lo a bombardear. En lo que constituye una novedad en esta Alianza cincuentenaria, se ha lanzado una vasta operaci¨®n de ayuda humanitaria, en la que va a participar Espa?a. Pero la mayor novedad no es que la OTAN se implique m¨¢s a fondo en estos problemas del d¨ªa, sino que ha comenzado a abordar los de ma?ana: la estabilizaci¨®n de los Balcanes, incluyendo Serbia, a cuyas gentes ofreci¨® integrar en la "comunidad euroatl¨¢ntica". Es decir, ayudar a esa europeizaci¨®n de la zona que desde estas p¨¢ginas ped¨ªa el domingo el escritor alban¨¦s Isma¨ªl Kadar¨¦. La UE est¨¢ trabajando en el Pacto de Estabilidad para Europa Suroriental que ha sugerido Alemania, en l¨ªnea tambi¨¦n con el plan de Annan, mientras que la OTAN ha de preparar un programa de seguridad en los Balcanes para su cumbre de la semana pr¨®xima en Washington. ?se deber¨ªa ser el camino a seguir, porque no bastan las bombas. Si verdaderamente la OTAN est¨¢ en guerra contra Milosevic, y no contra los serbios, deber¨ªa ofrecerles la esperanza de integrarse en la Europa democr¨¢tica que hoy se construye.
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