Z¨²?iga reflexiona en su ¨²ltima novela sobre el suicidio de Larra
El escritor indaga en la responsabilidad de los actos en los dem¨¢s
El suicidio de Mariano Jos¨¦ de Larra, F¨ªgaro, es el pretexto para que Juan Eduardo Z¨²?iga explore en Flores de plomo (Alfaguara) en el efecto que producen los actos, por nimios que sean, en los dem¨¢s. Basada en hechos reales, la novela es una cr¨®nica sobre lo que ocurri¨® esa noche aciaga de Carnaval de 1837 y c¨®mo influy¨® el suceso en el comportamiento de cuantos rodearon a Larra.
Juan Eduardo Z¨²?iga (Madrid, 1927), premio Nacional de Traduci¨®n de 1987 y uno de los escasos especialistas espa?oles en lenguas eslavas, parti¨® en Flores de plomo de un punto de vista filos¨®fico: "Con nuestros comportamientos modificamos la vida de los otros, actuamos en sus sentimientos, en sus impulsos, en sus odios y en sus simpat¨ªas. No hay m¨¢s que ver c¨®mo podemos influir en los dem¨¢s, incluso con actos nimios; nada es gratuito y estamos cargados de responsabilidad", cuenta el autor de Las inciertas pasiones de Iv¨¢n Turgu¨¦niev. Flores de plomo es una cr¨®nica basada en datos hist¨®ricos de la noche en la que Larra, a los 28 a?os, se suicid¨® en Madrid. Y es tambi¨¦n una narraci¨®n psicol¨®gica, define Z¨²?iga. Por ella desfilan pol¨ªticos de la ¨¦poca, como Mendiz¨¢bal, y personalidades como Cayetana de Alba o Mesonero Romanos.
Z¨²?iga, que subraya su inter¨¦s por la reflexi¨®n sobre los efectos de la convivencia humana, desmiente en su obra algunos de los t¨®picos acerca del periodista m¨¢s c¨¦lebre de mediados del XIX. El autor defiende que, pese a la extendida creencia, Larra no se suicid¨® por amor cuando su amante Dolores Armijo se cans¨® de ¨¦l.
Sociedad permisiva
"Est¨¢ demostrado que nadie se mata por una sola cuesti¨®n, sino que es producto de una cadena de sucesos que conducen a la incapacidad para sobrevivir", opina Z¨²?iga. Y a Larra no le gustaba vivir en esa sociedad poco estructurada como era la espa?ola de esa ¨¦poca, y en ese Madrid duro e inh¨®spito, a?ade el autor de Los misterios de las noches y los d¨ªas.
En Flores de plomo tambi¨¦n se descubre a un F¨ªgaro que, pese a tener mucho ¨¦xito con las mujeres y cuidar mucho su vestimenta, no era un dandy a la manera inglesa, es decir, un rico. Al rev¨¦s, pese a conseguir un contrato como periodista mucho m¨¢s remunerado que cualquiera de sus colegas, ten¨ªa que hacer frente a muchos gastos, entre otros, los del mantenimiento de sus dos hijas.
El autor describe tambi¨¦n en Flores de plomo una sociedad permisiva en la que las relaciones sexuales eran bastante m¨¢s liberales de lo imaginable: "Me sorprendi¨®, leyendo el siglo XIX, que tuvieran entonces una vida sexual muy libre. Ocurre que los historiadores a veces respetan las convenciones, cuando hay una subhistoria que es la que refleja la vida real de los ciudadanos".
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