"Paraules" de Serrat
Serrat act¨²a hasta el d¨ªa 25, inclusive, en el teatro Alb¨¦niz. Todo est¨¢ vendido ya. El Nano siempre llena Madrid. En este caso, presentaba al p¨²blico su ¨²ltimo ¨¢lbum, Sombras de la China. La China est¨¢ llena de Serrat, y viceversa. Todos los cr¨ªticos coinciden en que es un disco maduro y muy serratiano. Plena madurez de un artista que sabe lo que tiene entre las manos. El p¨²blico era consciente de que estaba escuchando a un cl¨¢sico en el apogeo sosegado de su arte. Joan Manuel est¨¢ muy hecho y sabe lat¨ªn. La gente se queda pasmada (las mujeres mucho m¨¢s). "Yo canto principalmente para las chicas". Miente, y ¨¦l lo sabe. A los chicos tambi¨¦n les gusta mucho la ternura. Joan Manuel Serrat tiene ¨¢ngel (d¨ªcese del artista cuya sola presencia provoca cosquillas en el alma y sosiego). Joan Manuel Serrat pertenece por derecho a la vida ¨ªntima y cotidiana de mucha gente, incluidos todos los pa¨ªses de habla hispana. Son millones de seres, de besos, de ternura, de rabia contenida, de matinadas. Serrat es como un lago de quietas aguas. Pertenece a la mejor cosecha del 43. Con 55 a?os de vida, el chaval est¨¢ como un ni?o.
Como viejo zorro, sabedor de lo que es el mundo del espect¨¢culo, monta su concierto amparado en la simbiosis: une canciones de hace 30 a?os con otras de ahora mismo sin que haya fisuras en la l¨®gica. Sombras de la China es uno de los discos m¨¢s serratianos del noi del poble sec. Estas canciones est¨¢n perfectamente compenetradas dentro del ritmo esc¨¦nico que el artista ha planteado. Sabe que no conviene dar a su p¨²blico novedades de un golpe, hay que dosificar. Hay que marcar la historia de un trovador que es fundamental en la m¨²sica popular hisp¨¢nica de este siglo.
Serrat no se deja llevar por el peso de su historia. Y sabe que su historia pertenece ya a la vida ¨ªntima de muchas personas. Partiendo de sus canciones, mucha gente se ha enamorado, se ha ilusionado, ha cometido delicados desatinos e incluso sigue colgada de la misma persona y de unas cuantas melod¨ªas que hacen posible esta aleaci¨®n.
La vida es una burbuja, que duele, que mata, que muere, que r¨ªe, que besa. La canci¨®n Vida es uno de los temas m¨¢s bellos y sosegados que se han escrito en la m¨²sica espa?ola en los ¨²ltimos a?os.
500.000 sue?os
De Sombras de la China, su trabajo reciente, se han vendido 500.000 ejemplares, es decir, 500.000 sue?os. Serrat no intoxica de novedades: negocia con el ayer, el hoy y el futuro pluscuamperfecto. El p¨²blico acogi¨® con id¨¦ntico entusiasmo las nuevas canciones y los t¨ªtulos inolvidables. Algui¨¦n vol¨® sobre el nido del Nano. Algui¨¦n vol¨®, tambi¨¦n, sobre el coraz¨®n del p¨²blico. Cuando cant¨® Princesa, hubo l¨¢grimas ocultas entre el respetable. Cuando cant¨® Los macarras de la moral, algunos incondicionales quer¨ªan gritar de gozo. Cuando cant¨® Poema de oto?o, parec¨ªa que el tiempo es algo que no se mueve. "Gloria a Dios en las alturas", y en donde fuere. Si el artista se deja llevar por la emoci¨®n del respetable, su concierto no habr¨ªa terminado a¨²n. Pocos int¨¦rpretes pueden conseguir semejante cosa tras 30 a?os de escenarios, de canci¨®n, de compa?¨ªa, de ternura. "No hago otra cosa que pensar en ti", y viceversa. Serrat est¨¢ en todo su esplendor. La aportaci¨®n musical de Josep Mas Kitflus es total. Todos los m¨²sicos van en ese mismo sentido. El guitarrista Antonio Toledo rompe. Pero quien m¨¢s rompe de todos es Joan Manuel Serrat. Es un placer incomunicable escuchar a un cl¨¢sico. Las sombras, frecuentemente, son esquivas. Pero cuando las sugiere Serrat, estamos hablando de sombras entra?ables, necesarias.
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