El Alto Tribunal de Justicia de Londres dicta una nueva orden de detenci¨®n contra el general
ENVIADO ESPECIALEl Alto Tribunal de Justicia brit¨¢nico, con acuerdo de la defensa del general Augusto Pinochet, del Ministerio del Interior y de la Fiscal¨ªa de la Corona, dict¨® ayer una nueva orden de arresto del ex dictador en sustituci¨®n de la vigente hasta ahora, al quedar sin efecto la anterior autorizaci¨®n del ministro Jack Straw, del 9 de diciembre de 1998, al proceso de extradici¨®n y ser sustituida por una nueva, anunciada el pasado jueves. La defensa del ex dictador no quiso precisar si piensa pedir la revisi¨®n judicial de la nueva decisi¨®n de Straw.
La vista que con tanta seguridad y urgencia hab¨ªa solicitado el pasado 29 de marzo la defensa de Pinochet para resolver cuanto antes la revisi¨®n judicial de la anterior resoluci¨®n del ministro, se qued¨® en agua de borrajas. La defensa, tras la decisi¨®n de los lores del 24 de marzo, lanz¨® su ofensiva sobre el Alto Tribunal de Justicia con la revisi¨®n judicial y un recurso de habeas corpus a fin de conseguir la inmediata libertad de Pinochet para su regreso a Chile, sin esperar a que Straw, como solicitaron seis jueces lores, "reconsiderara" el caso.
Si la estrategia defensiva es retrasar y ganar tiempo, la defensa terminar¨¢ por plantear la revisi¨®n judicial, no tanto porque considere que puede ganar la batalla a Straw (sus posibilidades son casi nulas) sino para esgrimir el recurso ante el magistrado Parkinson a fin de que ¨¦ste aplace hasta despu¨¦s del fallo sobre el recurso, la apertura del proceso de extradici¨®n. Si en cambio se trata de dar la batalla cuanto antes y directamente en el campo de la extradici¨®n, la estrategia exigir¨ªa renunciar a la revisi¨®n.
Ayer, el director jur¨ªdico del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Jaime Lagos, que lleg¨® a Londres el mi¨¦rcoles, se traslad¨® a Madrid. Lagos y uno de sus asesores se entrevistaron con el abogado penalista Luis Rodr¨ªguez, a fin de hacer una consulta sobre el caso. Este movimiento se corresponde con el hecho de que aun cuando la batalla de extradici¨®n puede llevar, con el juego de recursos, meses y a?os, desde el jueves parece indiscutible que el general Pinochet est¨¢ algo m¨¢s cerca de Espa?a.
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