El ejemplo de la plaza de Oriente

El refer¨¦ndum sobre los terrenos de la c¨¢rcel de Carabanchel tiene un antecedente no muy lejano. Ya en marzo de 1993, IU consigui¨® atraer a un millar de vecinos en la primera jornada de una consulta popular sobre la pol¨¦mica reforma de la plaza de Oriente. En ese entonces, un 77% de los 1.536 vecinos que participaron en la iniciativa dio un no rotundo al proyecto urban¨ªstico. Tres de cada cuatro votantes del barrio de Palacio rechazaron la reforma propugnada por el Ayuntamiento e inspirada por el arquitecto Miguel de Oriol. Muchas voces de protesta se escucharon en aquel entonces. Pero la decisi¨®n de ?lvarez del Manzano fue irrevocable. De hecho, la remodelaci¨®n de la plaza se convirti¨® en una de sus obras emblem¨¢ticas. La reforma consisti¨® en enterrar el tr¨¢fico de la calle de Bail¨¦n a su paso por el palacio y dejar la plaza libre para los peatones. Los madrile?os estrenaron la obra en octubre de 1997, pero no sin antes asistir al esc¨¢ndalo que supuso en agosto de 1996 la destrucci¨®n de unos restos arqueol¨®gicos ocultos bajo el pavimento de la calle de Bail¨¦n. El Ayuntamiento decidi¨® acabar con todo para construir el t¨²nel. S¨®lo se rescataron algunas jambas y dinteles. Seg¨²n el consistorio, no hab¨ªa nada en el subsuelo, pero para algunos arque¨®logos se trataba de "un conjunto ¨²nico". Cuatro prestigiosos historiadores emitieron conclusiones demoledoras: "Han amputado un fragmento vital de la memoria hist¨®rica de Madrid. Destruyeron los cimientos de la muralla ¨¢rabe, la Casa del Tesoro y la exedra de Sabatini (siglo XVII)".