La alegre plaga de la langosta

En Bogot¨¢ hay cerca de 2.000 colegios y buena parte de ellos debieron pasar por la Feria del Libro. Los escolares la tomaron literalmente en una impresionante algarab¨ªa. Todos de uniforme, acompa?ados de sus maestros, en ordenadas filas o escapando a todo control, devorando hamburguesas y hot dogs, invadieron el recinto ferial y desbordaron las casetas poniendo de los nervios a m¨¢s de un editor. "Son como la plaga de la langosta", dijo uno de ellos, "por donde pasan no vuelve crecer la hierba. Arrasan con todo. No se cortan un pelo, se llevan desde folletos a cat¨¢logos o libros". En muchos stands, colocaron cuerdas en las entradas, a modo de barrera, para evitar que entrara m¨¢s de un grupo a la vez, pero casi todos fueron comprensivos y generosos: los chicos ten¨ªan que hacer diferentes ejercicios sobre la feria.

En un pa¨ªs con un elevado ¨ªndice de analfabetismo, los m¨¢s concienciados consideraron muy positiva la avalancha. "Se acercan al libro, se interesan por ¨¦l". Mauricio Contreras, de Cooperativa Editorial Magisterio, explic¨® que casi se emociona cuando unos 20 chiquillos descubrieron gozosos que hab¨ªan le¨ªdo en la escuela algunos de los libros de su colecci¨®n La Monta?a M¨¢gica.

Magisterio es un proyecto alternativo con sede en Bogot¨¢ en el que trabajan 50 personas. En colaboraci¨®n con maestros, profesores y padres, su "¨²nico proyecto", seg¨²n Contreras, es "crear un ambiente alrededor del libro". Tienen dos l¨ªneas: una de reflexi¨®n sobre la labor pedag¨®gica. Tambi¨¦n tienen una colecci¨®n de literatura "para promover a autores colombianos". Producen libros bien hechos y a precios econ¨®micos: entre 8.000 y 10.000 pesos (800 y 1.000 pesetas).

Escritores y editores consideran que realizan una tarea excelente en el proceso de escolarizaci¨®n.