Desagradable sorpresa

El pasado viernes 9 sufr¨ª, como muchos madrile?os, la desagradable sorpresa de ver c¨®mo mi coche hab¨ªa sido "secuestrado" por la gr¨²a municipal. El coche estaba perfectamente aparcado, si bien es verdad que en ese momento, por descuido, no se ve¨ªa la autorizaci¨®n de residente. Hasta aqu¨ª, nada que objetar, s¨®lo el l¨®gico cabreo del vecino de una ciudad que se distingue por su alt¨ªsimo impuesto municipal y que deber¨ªa ser suficiente para que cualquier ciudadano pudiese aparcar sin m¨¢s limitaciones que las que impone el C¨®digo de la Circulaci¨®n.

Cuando llegu¨¦ al lugar donde mi coche estaba aparcado -plaza del Marqu¨¦s de Salamanca-, a¨²n estaban all¨ª los polic¨ªas municipales, que, a su pesar, se han convertido en meros recaudadores.

No puedo entender por qu¨¦ la Polic¨ªa Municipal no cumpl¨ªa con su obligaci¨®n, al igual que hizo con mi coche, y proced¨ªa a retirar los coches que se agolpaban en doble fila s¨®lo unos metros m¨¢s all¨¢, en Jos¨¦ Ortega y Gasset, frente al restaurante Combarro, donde s¨ª obstaculizaban, y lo hacen a diario, la circulaci¨®n en los dos sentidos de la marcha.

Tampoco puedo entender por qu¨¦ cuando yo mismo les ped¨ª que obrasen con la misma diligencia con todos esos coches de gran lujo me dijeran que no pod¨ªan hacer nada.

?No merece m¨¢s un escarmiento aquel que s¨ª obstaculiza el tr¨¢fico? Si esos caballeros pueden pagar una comida de lujo, creo yo que bien pod¨ªan pagar el aparcamiento subterr¨¢neo de la plaza del Marqu¨¦s de Salamanca, cuya entrada est¨¢ s¨®lo a unos metros del restaurante.

Alguien deber¨ªa explicar por qu¨¦ la Polic¨ªa Municipal de Madrid hace la vista gorda a unos (con alt¨ªsimo poder adquisitivo) y se ceba con los d¨¦biles que est¨¢n a s¨®lo a unos metros de distancia.

Alguien deber¨ªa explicar tambi¨¦n al ciudadano de a pie en qu¨¦ consiste el plan de productividad que tiene la Polic¨ªa Municipal de Madrid.-