Joan Colom sale del cuarto oscuro
Joan Colom (Barcelona, 1921) atraves¨® de puntillas el umbral de la fotograf¨ªa catalana: se inici¨® en ella en 1957, con 36 a?os, por pura inquietud personal, sin ninguna formaci¨®n espec¨ªfica. Cultiv¨® con fervor su vocaci¨®n tard¨ªa hasta 1964, a?o en que se alej¨® voluntariamente de la actividad fotogr¨¢fica. En tan corto periodo de tiempo, consigui¨® marcar el punto culminante de de la nueva vanguardia fotogr¨¢fica, un movimiento del que fue precursor Francesc Catal¨¤-Roca y al que se adscribieron tambi¨¦n los fot¨®grafos Xavier Miserachs y Oriol Maspons. Seg¨²n los cr¨ªticos, Colom realiz¨® una aportaci¨®n culminante a esta corriente rupturista con los principios est¨¦ticos y conceptuales seguidos hasta el momento. Sin embargo, el poso de la historia ha oscurecido el recuerdo de su trabajo hasta convertirle en un ciudadano an¨®nimo. El Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC) acoge ahora una amplia exposici¨®n sobre su obra con la que pretende sacarle del cuarto oscuro. Para volver a poner las cosas en su sitio, nada mejor que un punto y seguido. La exposici¨®n del MNAC, que tiene como comisario a Jorge Ribalta, reproduce fielmente la exhibici¨®n de las fotograf¨ªas de Colom organizada en 1961 en la desaparecida sala Aixel¨¤. Fue el punto culminante de la carrera del fot¨®grafo y la primera exposici¨®n individual de sus im¨¢genes -la segunda no lleg¨® hasta 35 a?os despu¨¦s-. El carrer. Joan Colom a la sala Aixel¨¤, 1961 re¨²ne 49 im¨¢genes, en su mayor¨ªa de gran plasticismo y fuerza visual, que sin embargo siguen los preceptos marcados por la vanguardia fotogr¨¢fica: rechazo a toda aspiraci¨®n art¨ªstica en favor del contenido, y un gran inter¨¦s por el reportaje gr¨¢fico. La exposici¨®n demuestra c¨®mo Colom daba prioridad a qu¨¦ contar sobre c¨®mo decirlo. Las im¨¢genes expuestas est¨¢n realizadas con c¨¢mara oculta, una t¨¦cnica que le permiti¨® abrir a los profanos el territorio del barrio chino barcelon¨¦s. Con su Leica bajo el brazo, el fot¨®grafo plasm¨® transacciones clandestinas y posturas indecorosas. ?sta es la parte m¨¢s conocida de su trabajo, pues se public¨® en Izas, rabizas y colipoterras, un libro con textos de Camilo Jos¨¦ Cela publicado por Lumen. Es tambi¨¦n la vertiente que le ocasion¨® m¨¢s quebraderos de cabeza: para los patrones morales de la ¨¦poca, constituy¨® un esc¨¢ndalo, un hecho que contribuy¨® a su decisi¨®n de colgar la c¨¢mara. Pero en El carrer. Joan Colom a la sala Aixel¨¤, 1961 se muestran tambi¨¦n otros tipos ligados al barrio chino que nada tienen que ver con el ambiente de prostituci¨®n de sus im¨¢genes m¨¢s populares. Muestran en cambio a un Colom sensible, con debilidad por los ni?os, los gestos amables y las miserias del otro. La exposici¨®n, que podr¨¢ verse hasta el 17 de junio, se completa con un documento audiovisual realizado por el propio fot¨®grafo. Es un documental que se exhibe sin editar, tal y como el autor lo grab¨® "con una c¨¢mara a la que ten¨ªa que dar cuerda cada poco rato porque entonces no hab¨ªa pilas", seg¨²n recuerda, que constituye un v¨ªvido cuadro de las escenas de la vida cotidiana de los a?os de la posguerra en el coraz¨®n de Barcelona. Colom recorrer¨¢ de nuevo todos sus viejos escenarios dentro de unos itinerarios por el barrio chino organizados paralelamente a la exhibici¨®n y abiertos al p¨²blico con inscripci¨®n previa, que se realizar¨¢n los d¨ªas 15 y 29 de mayo.
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