El Celta dice adi¨®s al Barcelona
La mala fortuna y las lesiones impidieron a los gallegos doblegar a un pr¨¢ctico Alav¨¦s
El f¨²tbol incordiante y robotizado del Alav¨¦s enfri¨® la lucha por el t¨ªtulo y elev¨® varios grados la temperatura de la batalla por Europa, m¨¢s disputada ahora porque los de Man¨¦ obtuvieron ayer un empate en Bala¨ªdos que no entraba en ning¨²n c¨¢lculo. No decepcion¨® el Celta, que marc¨® el ritmo y vivi¨® siempre m¨¢s cerca del ¨¦xito que del fracaso. Lo que sucedi¨® tuvo bastante que ver con la fortuna, que le hizo perder en pocos minutos a sus mejores hombres; con los palos que en dos ocasiones le impidieron tomar el mando, y con el Alav¨¦s, que ejerci¨® una presi¨®n que aparecer¨¢ por unos d¨ªas en las pesadillas de los jugadores celestes. Con tantas circunstancias en su contra derroch¨® el Celta voluntad, pero en ese terreno la partida fue para los de Man¨¦. Cuando un equipo de perfil bajo se conjura por un punto s¨®lo la calidad puede decidir, y el grupo de V¨ªctor Fern¨¢ndez anduvo escaso de ella desde que Mazinho pidi¨® el cambio. Se obsesion¨® entonces el cuadro local en llegar al ¨¢rea por la v¨ªa r¨¢pida, y su empe?o fue proporcional a los pelotazos con que le respondi¨® la defensa del equipo vasco. As¨ª arruin¨® el Alav¨¦s parte de lo conseguido por el Celta frente al Madrid, puso al Barcelona en la recta final de su trayectoria y aliment¨® las posibilidades de los que luchan por el segundo puesto de la tabla.
CELTA 1
ALAV?S 1Celta: Dutruel; Michel Salgado, C¨¢ceres, Djorovic, Josema (S¨¢nchez, m. 46); Makelele, Mazinho (?scar Vales, m. 49); Karpin, Mostovoi, Revivo (Tom¨¢s, m. 45); Penev. Alav¨¦s: Tito; Belsue, Berruet (Iv¨¢n Rocha, m. 77), Karmona, Ib¨®n Bego?a; Desio, Pablo; Sivori, Gerard, Vitamina S¨¢nchez (Josete, m. 61) y Julio Salinas (Canabal, m. 70). Goles: 0-1. M. 53. Tom¨¢s se entretiene al despejar un bal¨®n en el ¨¢rea peque?a y Pablo aprovecha para adelantar al Alav¨¦s. 1-1. M. 55. S¨¢nchez cabecea en el segundo palo un c¨®rner enviado por Mostovoi. ?rbitro: Mejuto Gonz¨¢lez. Mostr¨® tarjetas amarillas a Berruet, Pablo y Penev. Unos 25.000 espectadores en Bala¨ªdos. Entre el p¨²blico se encontraban alrededor de 1.500 habitantes de Rianxo, invitados por la directiva del Celta para celebrar un homenaje a la canci¨®n de La Rianxeira.
Lo que hace siete d¨ªas le falt¨® al equipo de Toshack lo derroch¨® el Alav¨¦s en sobredosis. Para empezar dio la sensaci¨®n de conocer bien al Celta, porque se situ¨® en el campo para dar r¨¦plica en las zonas donde los de Bala¨ªdos crean m¨¢s peligro. Desio, que jug¨® un par de temporadas en Vigo, se abraz¨® a Mostovoi para saludarlo antes de que rodase el bal¨®n y ya no lo soltar¨ªa en toda la tarde, y todo el c¨ªrculo central qued¨® convertido en un estrecho campo de batalla. A los de Fern¨¢ndez les cost¨® sacar el bal¨®n de ese atolladero, pero en cuanto encontraron una banda volvieron a ser el equipo r¨¢pido y brillante de siempre. Sobre la marcha increment¨® Man¨¦ sus precauciones. Encomend¨® a Belsue un marcaje suicida sobre Revivo que dio con los huesos del israel¨ª en la enfermer¨ªa antes del descanso, sin que Mejuto Gonz¨¢lez entendiese ni falta. No fue la ¨²nica decisi¨®n que perjudic¨® al Celta, al que el ¨¢rbitro asistente aboc¨® a buscar la espalda de la adelantada zaga visitante desde varios metros por detr¨¢s.
Para equipos de discurso tan mec¨¢nico como el de Mendizorroza, una ocasi¨®n en 45 minutos es un exceso, aunque la que tuvo Salinas a la media hora pudo tumbar a los de casa. Acostumbrado a sorprender, al m¨¢ximo goleador en activo de la Liga espa?ola le falt¨® punter¨ªa. No dio m¨¢s de s¨ª el equipo alavesista mientras Revivo estuvo en el campo y el Celta pudo explotar su asociaci¨®n con Penev. Acribillado a golpes de bander¨ªn, el equipo local se qued¨® sin buscar las espaldas de la defensa vasca.
Una lesi¨®n muscular de Mazinho acab¨® de poner el partido cuesta arriba para el Celta, que se tuvo que reorganizar sobre la marcha, colocar una l¨ªnea de tres centrales y dejar la organizaci¨®n del juego en manos de Karpin. Ocurri¨® que antes de que le diese tiempo de asimilar la reforma, Tom¨¢s tard¨® una eternidad para despejar un bal¨®n inocente en el ¨¢rea peque?a y Pablo tuvo tiempo de meter la bota y adelantar al Alav¨¦s. La ventaja, eso s¨ª, s¨®lo le dur¨® un par de minutos, porque r¨¢pidamente S¨¢nchez aprovech¨® una indecisi¨®n similar en un c¨®rner y remat¨® agazapado en el segundo palo.
Empez¨® un partido nuevo para el Celta, en el que la ausencia de Revivo fue determinante. El israel¨ª hab¨ªa conducido el ataque vigu¨¦s por el costado izquierdo hasta que fue cazado. Su sustituto, Tom¨¢s, vivi¨® una de esas tardes en las que todo se tuerce, y la banda derecha a?or¨® a Karpin, una vez que acudi¨® a socorrer a Makelele cuando el franc¨¦s se encontr¨® sin la referencia de Mazinho. Para entonces, el Alav¨¦s hab¨ªa retrocedido un pu?ado de metros y las mejores bazas del Celta se amontonaban por el centro, un terreno extremadamente farragoso.
El resto del choque se resumi¨® as¨ª en un ir y venir de un bal¨®n maltratado por el Alav¨¦s y no mucho mejor considerado por el Celta. Cuando Man¨¦ dio entrada a Iv¨¢n Rocha cav¨® el ¨²ltimo tramo de su trinchera. Se evidenciaron entonces las dificultades de los de V¨ªctor Fern¨¢ndez para abrir zagas superpobladas. Algunos de los jugadores celestes hab¨ªan prevenido a la hinchada durante toda la semana de que las dificultades iban a ser ayer mucho mayores que las que opuso el Real Madrid el d¨ªa del 5-1. Lo que no pod¨ªan imaginar era hasta qu¨¦ punto estaban dando en el clavo.
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