Pedro Guerra considera que "Ra¨ªz" es su trabajo m¨¢s introspectivo
El cantautor canario presenta en Madrid su disco en dos conciertos
Pedro Guerra (G¨¹¨ªmar, Tenerife, 1966) sabe ya que seguir¨¢ haciendo m¨²sica mientras viva. Una seguridad fundada en el convencimiento de que lo suyo es hacer canciones y cantarlas, sin sentirse afectado por el vaiv¨¦n de las tendencias musicales. Su tercer disco, Ra¨ªz, mira hacia adentro, hacia el origen. Hoy y ma?ana lo presenta en dos conciertos en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid.
El p¨²blico que descubri¨® y admir¨® a Pedro Guerra en su primer disco, Golosinas, no ha sufrido ninguna desilusi¨®n con su segundo ni su tercer trabajo, Ra¨ªz, que presenta en estas fechas con una gira. "No soy amigo de cambios", afirma Guerra. "Hay determinadas diferencias entre uno y otro, pero son iguales en lo esencial. Hay artistas muy cambiantes, como Beck o el propio Javier ?lvarez, que escuchas dos discos suyos y parece que no fueran del mismo". Guerra tiene clara cu¨¢l es la l¨ªnea que va a seguir. "No me imagino dentro de diez a?os haciendo una m¨²sica diferente, aunque no descarto que en los pr¨®ximos a?os incluya elementos de la m¨²sica de baile que me gusta. As¨ª como en este ¨¢lbum he incluido arreglos de cuerda que no hab¨ªa usado antes, ir¨¢n entrando muchas cosas", dice. "Yo, culturalmente, soy un cantautor, y lo m¨ªo es hacer canciones. Otra cosa es la m¨²sica que escuchas, el cine que ves o lo que lees. Todo eso puede influir, pero es una an¨¦cdota frente a lo otro. Yo, en cualquier momento, me subo a un escenario con mi guitarra y canto".
Entre las sutiles diferencias entre sus discos est¨¢n las letras de Ra¨ªz, que son m¨¢s introspectivas que en sus trabajos anteriores. "Cada disco te pilla en un momento preciso de tu vida y es lo que queda reflejado. En el primero estaba llegando a Madrid desde Canarias, no conoc¨ªa a nadie y todo hablaba del pasado, de mi infancia. El segundo es producto de mi descubrimiento de Madrid, de lo que ve¨ªa, la gente, los sex shops. Y ¨¦ste me toc¨® en un proceso m¨¢s personal, en una recuperaci¨®n de lo espiritual. Estoy convencido de que cada persona tiene que hacer un proceso personal hacia dentro. Si uno no se siente bien consigo mismo es imposible que haga algo bien. Eso entra dentro de este disco", explica.
Musicalmente, la b¨²squeda tambi¨¦n lo remite al origen, a la m¨²sica canaria. "Es parte de un proceso intelectual que no se decide en un d¨ªa, sino despu¨¦s de pensarlo mucho. Creo que es importante llegar al momento creativo lo m¨¢s libre posible. No hay que dejarse llevar por los dem¨¢s, y es dif¨ªcil, a veces, hacerlo. Siempre quise meter la m¨²sica canaria en mis discos, y ahora lleg¨® el momento por un proceso natural", afirma. Pero no se siente anclado en la tradici¨®n. "Me interesan ahora tambi¨¦n las m¨¢quinas. Bj?rk dec¨ªa en una entrevista, respecto a la cr¨ªtica de que las m¨¢quinas no tienen alma: "No tienen alma porque no se la ha dado alguien". Eso me gust¨®. Alg¨²n d¨ªa entrar¨¢n las m¨¢quinas en mi m¨²sica, no s¨¦ cu¨¢ndo, pero as¨ª ser¨¢".
Respecto al futuro, ve como una amenaza la tendencia a vender una a una las canciones, y no como un disco unitario, tal como se est¨¢ haciendo por Internet. "Lo de Internet va a cambiar la industria musical radicalmente. Para m¨²sicos como yo va a ser una putada, porque, para m¨ª, un disco responde a un concepto y no a temas sueltos. Para otros, que s¨®lo tienen dos temas y el resto de relleno, ser¨¢ la gloria. En mis discos todas las canciones tienen un sentido".
Babelia
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