Polonia, Hungr¨ªa y la Rep¨²blica Checa afrontan la crisis con sentimientos encontrados
La cumbre del 50? aniversario de la Alianza Atl¨¢ntica no va a ser la fiesta que muchos auguraban hace a¨²n pocos meses. Los tres nuevos miembros que asisten apenas un mes despu¨¦s de su ingreso en la OTAN llegan al encuentro de Washington con sentimientos muy encontrados. Al ingresar en la Alianza, Polonia, Hungr¨ªa y la Rep¨²blica Checa lograron el pasado d¨ªa 12 de marzo una de sus m¨¢ximas aspiraciones desde que con las revoluciones democr¨¢ticas de 1989, volvieron a ser Estados soberanos. Cumplieron todas las condiciones, hicieron grandes esfuerzos para modificar sus Ej¨¦rcitos.
Pero la reuni¨®n de Washington ya no es una cumbre para celebrar la victoria de las democracias en la guerra fr¨ªa y el reencuentro con los primeros Estados de Europa central y oriental que se incorporan a la Alianza y a su sistema de valores. Es una cumbre de trabajo para acordar los preparativos para una guerra caliente que la Alianza sabe que tiene que ganar si quiere subsistir. Los tres nuevos miembros tienen preocupaciones comunes pero tambi¨¦n algunas bien distintas. As¨ª, mientras en Washington se habla de preparativos para una cada vez m¨¢s probable intervenci¨®n terrestre, junto a la frontera de Hungr¨ªa las fuerzas serbias ya se preparan para la misma y refuerzan sus defensas. Para Hungr¨ªa es un grave dilema. La invasi¨®n de Kosovo desde Albania es extremadamente dif¨ªcil por las barreras que supone la alta monta?a y la nula infraestructura. La entrada en Kosovo de las tropas de la OTAN por Macedonia obligar¨ªa a una peligrosa operaci¨®n por el estrecho valle del r¨ªo Vardar y choca adem¨¢s con graves dificultades pol¨ªticas por la fuerte oposici¨®n de gran parte de la poblaci¨®n macedonia que si tiene que optar entre serbios y albaneses lo har¨¢ siempre por los primeros.
Para los macedonios eslavos la principal amenaza de desestabilizaci¨®n de su joven Estado no procede del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, sino del crecimiento demogr¨¢fico alban¨¦s y de la siempre recurren amenaza de una Gran Albania. Casi un tercio de la poblaci¨®n de este Estado es de etnia albanesa.
Solidaridad ortodoxa
Tambi¨¦n en otros pa¨ªses, como Bulgaria o Rumania, la solidaridad ortodoxa con Serbia crea problemas a los Gobiernos, en general todos de acuerdo con que el problema de seguridad de la regi¨®n se llama Slobodan Milosevic. Mientras el Parlamento rumano aprobaba ayer abrir el espacio a¨¦reo a la OTAN, en Bulgaria se produc¨ªan manifestaciones a favor del r¨¦gimen serbio. De ah¨ª que, en el caso a¨²n improbable, pero ya no impensable, de que la OTAN intervenga en toda Serbia para acabar con el r¨¦gimen de Milosevic, la entrada natural ser¨ªa la Plataforma Pan¨®nica que comparte Hungr¨ªa con Serbia y llega hasta la misma periferia de Belgrado. El grave problema emergente es la minor¨ªa de 350.000 h¨²ngaros que viven en la provincia septentrional de Serbia, en Voivodina, que de hecho son ya rehenes de Belgrado ante un posible conflicto. Esta minor¨ªa es la que lleva al Gobierno h¨²ngaro a descartar su presencia militar en Serbia.
Hungr¨ªa ya cedi¨® a la OTAN su espacio a¨¦reo en octubre pasado, cuando a¨²n no era miembro de la Alianza y por primera vez se estudiaba una ofensiva a¨¦rea contra Serbia despu¨¦s cancelada por los futiles acuerdos entre el enviado especial de EEUU, Richard Holbrooke y Milosevic. Pero los costes de la guerra tambi¨¦n en materia de seguridad para los h¨²ngaros de la Voivodina se disparan. Y, sin embargo, los h¨²ngaros son con diferencia quienes m¨¢s defienden la intervenci¨®n armada contra Milosevic con un total del 65% de la poblaci¨®n.
Polonia, un pa¨ªs que ha ingresado en la OTAN con el entusiasmo general de la poblaci¨®n, tambi¨¦n se manifiesta rotundamente en favor de la intervenci¨®n, eso s¨ª desde una posici¨®n m¨¢s c¨®moda. Primero porque no tiene frontera con Yugoslavia y segundo porque tiene una continuidad territorial con la OTAN en sus fronteras con la Rep¨²blica Checa y Alemania. Hungr¨ªa es el ¨²nico miembro de la OTAN que est¨¢ aislado territorialmente de sus aliados. La resistencia de Austria a ingresar en la Alianza -que m¨¢s de un miembro considera ya una manifiesta insolidaridad -, y el retraso de Eslovaquia, debido a los a?os perdidos bajo el aut¨®crata y nacionalista Vlad¨ªmir Meciar, son las principales causas de que esto sea as¨ª.
Si en Hungr¨ªa y en Polonia la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n y de la clase pol¨ªtica se han manifestado en favor de la intervenci¨®n y est¨¢n dispuestos a cargar con los costes de una Alianza que les otorga la ansiada garant¨ªa de seguridad frente a posibles sobresaltos orientales resulta parad¨®jica la divisi¨®n que la guerra ha creado en el seno de la Rep¨²blica Checa. Este pa¨ªs, que durante a?os parec¨ªa el alumno aventajado en la carrera de adhesi¨®n a la OTAN y a la Uni¨®n Europea, es hoy, de los tres miembros, el m¨¢s inestable pol¨ªticamente, el m¨¢s dubitativo econ¨®micamente y el menos constante en el terreno de la solidaridad militar ante la crisis. El presidente V¨¢clav Havel apoy¨® la intervenci¨®n como mal menor ante la obstinaci¨®n de Milosevic. Pero que el primer ministro Milos Zeman y el ex primer ministro V¨¢clav Klaus se apresuraran a criticarla fue una sorpresa que no ha sentado nada bien ni en Bruselas ni entre los nuevos compa?eros de ampliaci¨®n de la OTAN. La poblaci¨®n est¨¢ dividida en partes iguales a favor y en contra de la intervenci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.