La UE y la ONU temen una nueva oleada de refugiados que vac¨ªe Kosovo

La cat¨¢strofe humanitaria en Kosovo puede a¨²n multiplicarse. La principal preocupaci¨®n internacional son hoy los indicios de una inminente "nueva oleada de deportaciones de albanokosovares hacia Macedonia y Albania", seg¨²n Alberto Navarro, el director de ECHO, la agencia humanitaria de la Comisi¨®n Europea. "Necesitaremos m¨¢s ayuda de la OTAN, dada la posibilidad de nuevos ¨¦xodos masivos de Kosovo", pide en una carta al secretario general aliado, Javier Solana, la responsable del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Sadako Ogata.

El peor drama es el desconocido: los kosovares "desplazados" en el interior de su patria chica, que podr¨ªan ascender a una horquilla de entre 400.000 y 800.000 personas. Son v¨ªctimas sin siquiera el lujo del recuento. Nadie puede fijar su n¨²mero. "Tenemos informes fidedignos de gente que muere de hambre, se refugi¨® en el bosque con alg¨²n alimento y bebida hace semanas y al acabarse los v¨ªveres no puede resistir", explica Navarro. "Los que logran salir lo hacen en condiciones penosas, f¨ªsicas y psicol¨®gicas", a?ade. La Alianza Atl¨¢ntica estudi¨® lanzarles ayuda desde el aire mediante los air drops que se hicieron famosos en las crisis de Ruanda y Burundi. Al final ha desechado esta medida por el riesgo para los vuelos, que deben realizarse a baja altura. Y por consejo de las organizaciones humanitarias, que tem¨ªan por la integridad de los refugiados si los paquetes se lanzaban indiscriminadamente sobre los bosques, o por el robo de v¨ªveres a cargo de las fuerzas serbias si se tiraban a campo abierto, sin excluir la represi¨®n directa de ¨¦stas contra los refugiados que saliesen de sus escondites buscando pan.

Ahora, el Programa Alimentario Mundial (PAM, un organismo de Naciones Unidas) ultima un nuevo sistema, el snow-dropping. Se trata de lanzamientos a¨¦reos a gran altura (20.000 pies, unos 6.000 metros), pero que caen suavemente, como copos de nieve, porque son paquetes de s¨®lo 500 gramos, conteniendo agua y un complejo prote¨ªnico, que hay que mezclar. Tardar¨¢ cerca de un mes en tenerlo listo, quiz¨¢ sea tarde.

Pristina, ciudad fantasma

De los kosovares que deambulan, fugitivos en su propia tierra, unos 270.000 habitan en las zonas fronterizas con Albania y Macedonia. Ser¨ªan los primeros candidatos a ser los nuevos deportados de la pr¨®xima oleada, que alcanzar¨ªa hasta 375.000 personas, seg¨²n datos que manejan la OTAN, ACNUR y ECHO. El nuevo ¨¦xodo amenaza con "dejar casi vac¨ªa" la provincia de Kosovo, cuya capital, Pristina, "es ya una ciudad fantasma", atestigua Navarro, bas¨¢ndose en informes de una ONG griega colaboradora de su agencia, que ha obtenido permiso serbio para prestar ayuda m¨¦dica en la ciudad.

Estas negras previsiones han provocado que Ogata pida "ayuda adicional" a la OTAN, en una carta enviada anteayer a Javier Solana. La carta, respuesta a otra anterior del jefe aliado -en la que ¨¦ste reconoce el "liderazgo de ACNUR en las tareas humanitarias", aunque el peso de lo m¨¢s urgente ha reca¨ªdo en los soldados-, sella el apoyo aliado al organismo de la ONU, al que proporcionar¨¢ transporte a¨¦reo y almacenamiento; construcci¨®n y acondicionamiento de campos; transporte de refugiados, y reparaci¨®n de carreteras, prioritariamente la que enlaza Tirana con la ciudad de Kukes, pr¨®xima a la frontera, corto recorrido que hoy se tarda m¨¢s de 12 horas en cubrir dado el mal estado del asfalto.

Si se produce un nuevo ¨¦xodo, la realidad desbordar¨¢, como es habitual en las crisis humanitarias, toda previsi¨®n. "S¨®lo podr¨¢ paliarse si los soldados de la OTAN construyen con urgencia, en 48 horas, como sucedi¨® con la primera oleada, nuevos campos provisionales", calcula el director de ECHO.

Despu¨¦s habr¨¢ que acondicionarlos y repartirlos mejor, y distribuir tareas entre las ONG que han acudido a prestar ayuda -Navarro coordina, s¨®lo en Albania, a un centenar de ellas-, justo lo que ahora se hace con la primera ola.

El objetivo inmediato de ECHO, especialmente en Albania, es dispersar hacia el sur al m¨¢ximo n¨²mero de refugiados hoy acampados en el norte del pa¨ªs, en una zona fronteriza, para evitar eventuales represalias serbias contra ellos.

Existe un precedente, el arrasamiento del campo de Goma, en el este de Zaire -junto a Ruanda-, por las fuerzas de Laurent Kabila para exterminar o dispersar a los hutus all¨ª acogidos, lo que origin¨® en 1996 un penoso ¨¦xodo de centenares de miles de refugiados ilocalizables por el interior zaire?o. Los que se salvaron com¨ªan ra¨ªces.